Economía y Negocios

Participación en H2V: “Biobío tiene una ventaja enorme, porque tiene una industria manufacturera sofisticada”

José Miguel Benavente, vicepresidente ejecutivo de Corfo, se refiere al rol de la Región en medio del programa que busca impulsar la industria del Hidrógeno Verde en Chile.

Por: Anibal Torres Durán 11 de Julio 2023
Fotografía: Isidoro Valenzuela M.

El Gobierno presentó a los integrantes del Comité Estratégico para el Plan de Acción de Hidrógeno Verde (H2V), quienes tendrán la responsabilidad de concretar la hoja de ruta para el desarrollo de la industria de este energético.

Bajo ese contexto, José Miguel Benavente, vicepresidente ejecutivo de la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo), en conversación con Diario Concepción, entregó detalles del actual estado del programa que busca impulsar el H2V y los alcances para la Región del Biobío.

Benavente destacó el aporte en infraestructura y capital humano que puede entregar la Región para esta industria, y explicó la idea de cómo las actuales zonas de sacrificio en el país, como Coronel, pueden pasar a transformarse en territorios donde se produzca Hidrógeno Verde.

-¿En qué consiste la conformación de este comité y cómo se enmarca en la actual estrategia que existe en torno al Hidrógeno Verde?

-En Chile ya tenemos una estrategia de Hidrógeno Verde que está pensada hasta el año 2050 y que se empezó a desarrollar al fin del mandato de la exPresidenta, Michelle Bachelet. Se estructuró en algunos temas más cuantitativos y productivos durante la administración del Presidente Sebastián Piñera, que fue liderada por el exministro Juan Carlos Jobet. Ahora, nosotros seguimos en la misma línea y que es una sola estrategia hasta el 2050. La administración anterior tenía un plan que era desde el 2020 hasta 2023, y ahora en el fondo estamos desarrollando el plan 2023 al 2030. Eso es lo que hoy está liderando el Ministerio de Energía.

Siguiendo la misma idea de la administración anterior, esa estrategia contaba con varios equipos. Uno de ellos era un comité estratégico. En ese tiempo el grupo lo conformaba, entre otros, el exPresidente Ricardo Lagos y era un espacio en que se iba informando sobre el trabajo que se venía haciendo dentro de una administración de los distintos comités y secciones que veían temas de infraestructura; de energía; de inversión extranjera; temas legales; entre otros. Además, este comité también era bien transversal desde el punto de vista político y tenía esta mirada también más a largo plazo.

Lo que hace el comité estratégico que recién se lanzó es más o menos la misma idea. Se invitó, por ejemplo, a la exPresidenta Bachelet, se invitó al ex ministro de Energía de la administración anterior, entre otros miembros. También se invitó a dos gobernadores regionales, porque nosotros le estamos destacando la importancia que tiene el territorio. En esa línea invitamos al gobernador de la Región de Antofagasta y al de la Región de Magallanes, porque son los territorios en los que se van a realizar las principales inversiones.

-¿Cómo se operacionaliza esta estrategia?, ¿Cuáles son sus alcances para el Biobío?

-La estrategia se está operacionalizando de varias maneras. La primera es que se continúa con el proceso de atracción de inversión extranjera para instalarse en distintas zonas geográficas del país para la producción de Hidrógeno Verde y sus derivados. Dentro de los derivados están principalmente el amoníaco y también el combustible sintético. Hay varias intenciones ya de proyectos que se instalarían en base a energía fotovoltaica en el norte y energía eólica en el sur.

En base a eso, los números nos muestran algo así como que el 75% de esa producción se exportaría y hay un 25% que se quedaría en Chile, y es aquí donde entra la Región del Biobío. Ese 25% está orientado al consumo interno en el país de sectores tradicionales como la minería; el área agrícola; el sector forestal u otros, que utilizan intensivamente energía y que, en el caso muchas de ellas, es generada con combustibles fósiles. La idea es hacer la transición, de alguna manera, al uso de Hidrógeno en sus procesos productivos.

En el caso particular del Biobío, esta tiene producción, por ejemplo, de empresas como CAP en acero, que utilizan intensivamente energía y la idea es ver cómo se hace el proceso de transformación de ese proceso productivo que es intensivo en energía, porque produce, además, CO2. La intención es revisar cómo se incorpora el Hidrógeno Verde como un combustible y para eso hay que hacer pruebas; ensayos; y pilotos. Evidentemente ese es un proceso que demora tiempo y que hay que partir ahora como uno de los mecanismos.

Otro mecanismo es la producción en sí de hidrógeno verde. Por ejemplo, esa energía se puede sacar de un lugar que no esté tan cerca. La Región del Biobío tiene potencial eólico y podría generar grandes cantidades de Hidrógeno Verde que podría utilizarse tanto en la demanda interna de empresas de la Región, como también, utilizando la infraestructura de puertos que tiene actualmente, para exportar, por ejemplo, amoníaco por el Océano Pacífico. Hay países muy interesados en comprar esto, particularmente Japón. Entonces también podría salir a través de los puertos de la Región.

Otro tema que puede afectar muy interesantemente al Biobío es que gran parte de la infraestructura que se va a necesitar para producir Hidrógeno Verde, tanto en Antofagasta, como en Magallanes, va a requerir piezas y partes. Por ejemplo, se pueden necesitar 5 mil y la pregunta es ¿Por qué no en vez de importarlas desde el extranjero no se producen en Chile? Con eso te ahorras el costo de transporte. Claro. Respecto a eso, el Biobío tiene una ventaja enorme, porque tiene una capacidad industrial manufacturera ya bastante desarrollada a nivel nacional y podría, perfectamente, albergar parte de la producción de estos equipos. La Región tiene una ventaja enorme, porque ya tiene desarrollada una industria manufacturera sofisticada.

También el Biobío puede estar interesado en la parte de construcción y mantenimiento de construcción. Todas estas plantas productivas, tanto en Antofagasta y particularmente en Magallanes, van a necesitar mucha gente. Se necesitan personas entrenadas y, obviamente, la octava región es conocida porque tiene una masa crítica, tanto de instituciones técnicas como universitarias, con profesionales y personas de posgrado.

-Una idea es que la industria del Hidrógeno Verde se pueda transformar en un motor de crecimiento para nuestro país, ¿Qué tipo de proyecciones manejan en esa materia?

-Si uno suma, de alguna manera, la cantidad de inversión comprometida por los proyectos que han manifestado su interés en establecerse en Chile, donde hay proyectos nacionales, pero particularmente internacionales, solamente en la primera parte de producción de Hidrógeno Verde y sus derivados, los números son alrededor de 155 mil millones de dólares en un periodo que va desde 2024 hasta el 2030. Es una cantidad enorme de inversión, muy grande.

Otro punto es la cantidad de empleo que se necesita para la etapa de construcción de estas plantas y su mantención, tema que es bastante importante. El ministro de Hacienda, Mario Marcel, entregó una cifra que, si todas estas inversiones se materializaban, significaba que más o menos la tasa de crecimiento del producto en Chile podría subir un entre 0,4% y un 0,5% anual.

-¿Qué papel tomará el Biobío en temas asociados al capital humano que se va necesitar?

-Dentro de las mesas que están trabajando dentro de este plan hay una especializada en los temas de formación de competencia y capital humano. La tecnología de Hidrógeno es relativamente conocida. La gracia es que el Hidrógeno Verde es nuevo. El hidrógeno en sí como material energético ya existe. El problema es que se produce en forma sucia. Lo importante que tiene Chile es que el Hidrógeno Verde se va a producir con energía limpia. Ahí está toda la diferencia. Esto tiene una ventaja comparativa a la producción de energía limpia. La idea es contar con formadores, tanto a nivel técnico como profesional, como también a nivel de posgrado. Ese es el proceso que estamos comenzando ahora y que está dentro de una de las mesas de este Comité Corfo de Hidrógeno Verde, donde el Biobío tiene un rol clave.

-El Presidente, Gabriel Boric, manifestó la intención que zonas de sacrificio, como Coronel en el Biobío, en el futuro se transformen en territorios donde se produzca H2V para el año 2050 y pasen a ser carbono neutral ¿En qué consiste esta idea y cómo se puede concretar?

-Estamos tratando de hacerlo con plazos más breves que eso. Hay ciertas zonas que en este momento producen energía en forma sucia, que son, por ejemplo, aquellas que están basadas en carbón y que usan centrales termoeléctricas, como lo que ocurre en Ventanas (Región de Valparaíso) y Coronel. Ahora la idea es que estas zonas se transformen utilizando la infraestructura que actualmente existe ahí. Una infraestructura escasa y difícil son los sistemas de tendido eléctrico y que son cables que salen de las centrales de carbón y llevan la energía a la red. En estos lugares, de alguna manera, la idea es que se transformen en generadores de energía utilizando Hidrógeno Verde. Entonces, por un lado, tú tienes que ahora traer energía eléctrica, utilizas la infraestructura que actualmente existe con los cables, pero los cables, en vez de llevar energía desde las centrales a la red, ahora la idea es al revés, es traer de la red a las centrales.

Pero estas centrales ahora no son centrales de carbón que producen energía, sino que son centrales productoras de Hidrógeno Verde.

La ventaja que tiene Biobío, a través de Coronel y Lota, es que en ese mismo lugar tú puedes producir amoniaco y a través del puerto enviarlo hacia Japón. Así se usa infraestructura que actualmente está, no contaminas, obviamente, porque la energía la traes de la red y produces Hidrógeno Verde y amoniaco. Más aún, quitas CO2, porque para producir amoniaco se necesita sacar CO2, no emitir CO2. Entonces, esas plantas van a pasar a ser carbono negativo, no carbono neutral.

Ahora, por ejemplo, puedes sacar el CO2 de la planta en la compañía CAP y, en lugar de liberarlo al aire, te lo llevas a la planta en Coronel, se hace todo el amoniaco ahí y lo embarcas para llevarlo a Japón. Hay dos o tres lugares en Chile que tienen esta característica y nosotros esperaríamos que esto sea un proceso relativamente rápido. Además, se genera un tipo de empleo distinto.

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