Economía y Negocios

Viñateros de Biobío valoran nueva ley que sanciona la producción de vino adulterado

Contempla desde cárcel a multas de entre 50 y 5 mil Unidades Tributarias Mensuales. Iniciativa fue aprobada por la Cámara Baja.

Por: Edgardo Mora 11 de Junio 2023
Fotografía: Pexels

La Cooperativa Silvoagropecuaria Valles de Biobío que reúne a los viñateros de la zona precordillerana de la Región valoró que el proyecto que eleva sanciones a quienes adulteren la producción de vino y mal comercialicen alcoholes haya sido aprobado por el Congreso y ahora será ley.

Se trata de la actualización y modernización de las normas referidas a las sanciones administrativas contenidas en la ley 18 mil 455, elevando los máximos aplicables.

De acuerdo a información de la Cámara de Diputadas y Diputados “Se introduce una clasificación de las infracciones en gravísimas, graves y leves, y estableciendo criterios destinados a determinar la cuantía de la referida penalidad. Entre estas figuran el daño causado, el peligro ocasionado y el beneficio económico obtenido”.

Penas

Multas, clausura del establecimiento, comiso y destrucción de las especies, etc, incluso pena de cárcel (reclusión menor en su grados mínimo a medio, vale decir: 61 días a 3 años y 1 día), establece la nueva ley que castiga “la mezcla de uvas de mesa o sus derivados con uvas viníferas con denominación de origen o sus derivados y, como infracción grave, la mezcla de uvas de mesa o sus derivados con uvas viníferas sin denominación de origen o sus derivados”, de acuerdo a la Cámara Baja.

En este sentido es que el gremio regional afirmó que es una buena noticia, entendiendo que ayudará a transparentar la competencia y a elevar la calidad del producto.

Danilo González, viñatero de Yumbel, y presidente de la Cooperativa Silvoagropecuaria Valles de Biobío expresó que “el adulteramiento de vino o ese tipo de cosas no creo que se de aquí en el Valle de Biobío porque se trata de viñas pequeñas, con productores pequeños, donde no da la producción como podría ocurrir en otros casos de grandes productores”.

“Como asociación enviamos una carta a la Fiscalía Nacional Economía en la que se solicitó que el 7% de agua en la producción industrial se elimine. Los pequeños productores como nosotros no bajamos los grados de alcohol con agua, de hecho las uvas se cosechan tal cual”, aseguró.

Rol del SAG

La iniciativa establece un catálogo de sanciones que podrá aplicar el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) por las infracciones administrativas a la ley.

Por ejemplo, los directores regionales podrán determinar el destino de los elementos o insumos que hubieren servido para cometer la infracción y los productos resultantes de ella, cuando los elementos decomisados sirvan para un uso distinto de aquel que se les dio para cometer la infracción. Permitirá ordenar, por ejemplo, la destilación de productos decomisados. Además, la nueva ley de alcoholes le da la facultad al SAG de clausurar de manera temporal o definitiva el establecimiento fiscalizado, según corresponda.

La directora nacional (s) del SAG, Andrea Collao, indicó que “estamos muy satisfechos con esta modificación, pues de aquí en adelante tendremos un sector mucho más protegido. Como Servicio podremos entregar más certezas y seguridad, con la aplicación de fuertes sanciones por infracción a la normativa, ya que tendremos mayores facultades. También el aumento significativo en el techo de las multas, que llegarán a las 5 mil UTM ($316.630.000), y la tipificación de falta gravísimas y graves por mezclar uva de mesa y vinos elaborados con uva de mesa, con uvas y vinos de cepajes tradicionales, va en el sentido correcto para desincentivar la comisión de este tipo de delitos en el marco de la ley de alcoholes”.

“Esta ley prohíbe una verdadera falsificación, una trampa que es usar uva de mesa con la uva vinificada, lo cual genera mal precio para los productores y baja y mala trazabilidad de nuestros vinos y alcoholes (…) contempla una pena alta, puede haber decomisos, hasta cierre de las empresas que falten a esta nueva normativa”, dijo el ministro de Agricultura, Esteban Valenzuela.

Baltazar Roa, viñatero de Nacimiento expresó que “me parece muy bien que se sancione la mezcla de uva de mesa con uva vinífera”.

Roa explicó que la nueva normativa afecte más bien a las grandes productores, ya que “los parronales producen mucha uva, pero no es competencia con la uva que producimos nosotros acá en la zona de secano donde las producciones son bajísimas, respecto de una parra que genera 300% más producción”.

“En nuestro caso, le sacamos alrededor de 3 a 4 kilos de uva por cada parra, en cambio las otras dan entre 40 o 50 kilos aproximadamente, entonces, cuando se mezclan vamos en desventaja, porque otros producen mucho más por lo tanto pueden bajar los costos de ese vino y en el caso nuestro no nos da, aparte que en las viñas de parronales, por lo general, está todo mecanizado, mientras que las que realizamos en nuestra zona son en su mayoría artesanales (manuales)”, agregó.

Por su parte,Flor Weisse Novoa, diputada (UDI) integrante de la Comisión de Economía de la Cámara Baja, resaltó que “aquí lo que se está resguardando es la fe pública, que no se pueda engañar a las personas entregando un producto que no es el que se está adquiriendo donde hay sanciones que llegan hasta la cárcel además de multas cuando se adultera, por ejemplo, la denominación de origen como es el caso de las uvas en sus diferentes variedades de mesa u otras como también cuida la salud de las personas previniendo el uso de sustancias nocivas junto con resguardar el derecho de los consumidores”.

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