
Seremi detalló que desde diciembre de 2019, hasta ahora, se han reemplazado 600 de estos artefactos en la zona. Esto como parte de las medidas del Plan de Descontaminación Ambiental.
Por Carlos Maldonado Elgueta
El recambio de calefactores es una de las medidas contempladas en el Plan de Descontaminación Ambiental que desde 2019 se aplica en la Región del Biobío.
De acuerdo a la Seremi de Medio Ambiente este año habrá un recambio de 2 mil calefactores a leña. En su reemplazo se adoptarán medios térmicos menos contaminantes, como equipos de aire acondicionado, pellet o kerosene.
El Seremi del ramo, Oscar Reicher, dijo que desde diciembre de 2019 a la fecha “tenemos cerca de 600 calefactores que ya se han recambiado en las 10 comunas del Gran Concepción”.
En referencia a los términos actuales, la autoridad medioambiental destaca que “en este año va a haber un aumento importante en el recambio de calefactores”.
“Se espera para este 2023, en las 10 comunas del Gran Concepción y Los Ángeles, hacer un recambio de cerca de 2 mil calefactores. Dos tercios de esa cifra se estarán instalando en las comunas del Gran Concepción”.
El Seremi valora esta medida como una que “sirve como un elemento de promoción respecto de sumarse a esta iniciativa de hacer un recambio de calefactores”.
El Plan de Descontaminación Ambiental consiste en la toma de una serie de medidas con el fin de combatir los episodios críticos de daños en el entorno, en medio de los meses más fríos del año, en el Concepción Metropolitano.
Además del recambio de calefactores, hay otras mediaciones como, la Gestión de Episodios Críticos (GEC), plantación de árboles, aumento de ciclovías y áreas verdes, nuevas normas asociadas a la calidad de los calefactores, educación y difusión ambiental, aislación térmica, ajuste de las empresas a las normativas.
En el caso de la GEC esta consiste en la realización de un procedimiento que permite predecir la calidad del aire al día siguiente y así en caso de pronosticarse una alerta, preemergencia o emergencia, se tomen los resguardos necesarios para proteger la salud de la población.
Si bien el recambio de calefactores se enfoca en la prevención del deterioro de la calidad del aire, la Gestión de Episodios Críticos pretende ponerse en preparación en caso de que se de una mala calidad de esta misma.
Este procedimiento funciona desde 2019, y desde entonces se lleva a cabo todos los años desde el 1 de abril hasta el 30 de septiembre.
La fecha estimada se explica por el motivo de la necesidad de cubrir la época del otoño y el invierno, período en que se ve más perjudicada la calidad del aire debido al masivo uso de elementos de calefacción contaminantes, entre otros factores.
De acuerdo al historial de esta medida en 2022 hubo una reducción de episodios ambientales críticos en un 50%, en comparación con pre emergencias del año 2021, y un 400% respecto al 2020.