El puerto de Talcahuano recibió al L’Boreal, el cuarto y último crucero de la temporada 2022-2023 de este tipo de embarcaciones en la ciudad chorera.

A bordo venían 167 pasajeros, quienes circundaron los fiordos australes y por la tarde zarparía con turistas que recorrerán las costas del norte de Chile hasta Callao, en Perú, según indica Puertos de Talcahuano.

En el marco de la potenciación del turismo local, dicen las autoridades, este suceso es de suma importancia porque además marca el inicio del ciclo 2023-2024.

El objetivo de la llegada de estas embarcaciones de placer es “posicionarse en los circuitos internacionales y, de esa manera, iniciar un proceso de transición hacia un turismo sustentable”, señala Javier Sepúlveda, seremi de Economía, Fomento y Turismo.

Henry Campos, alcalde de la comuna, adhiere a que “recalar en Talcahuano es significado de Región del Biobío, por lo tanto, la ciudad ofrece gastronomía, historia con el monitor Huáscar, pero también la posibilidad de conectarse porque funciona como “home port”.

Turismo afectado

Sin embargo, desde el sector turístico de la comuna expresan dudas sobre el potencial de la ciudad para acaparar la atención de visitantes locales y de otras partes del mundo.

Lo anterior como resultado de las sostenidas jornadas de malos olores en casi todo el territorio de Talcahuano. Un asunto que tuvo su origen en la actividad pesquera y que incluso terminó con la denuncia de vecinos sobre episodios de problemas de salud.

En este sentido, Felipe Jara, representante de la empresa turística de observación de aves “Chile Birds” de Talcahuano, piensa que se debe erradicar la imagen de un territorio contaminado para poder potenciar finalmente un perfil de zona de interés.

De hecho, durante dos semanas, la empresa detuvo operaciones debido a los problemas en el ambiente. “Decidimos no hacer actividades. Esto, obviamente, nos trajo problemas económicos”, cuenta.

“La gente notaba el olor. Cualquier persona que llegue al puerto se da cuenta y no es muy amigable hacer actividades al aire libre”, agrega.

María Pilar Varela, presidenta de Protur Biobío, expone que “así como afecta al turismo, también lo hace a la calidad de vida de los residentes. Yo miraría hacia atrás y a todo lo que Talcahuano mejoró en su aspecto ambiental, manejo de aguas y olores. Hace 10, 15 o 20 años, estaba estigmatizada como una zona no grata para visitar y eso ha mejorado significativamente. Sería lamentable que se perdiera ese rumbo”.

Luis Solar, “alcalde de mar” de Caleta El Morro, indica que “acá no hay mucho venta en comparación a otras grandes caletas de la zona, pero los olores son demasiado fuertes y la gente se queja. Afecta sobre todo a los mayores de edad, que ni siquiera salen de sus casas”.

Donde sí reciben alta cantidad de personas, sobre todo los fines de semana, es en los restaurantes.

Silvia Sepúlveda, del local “Mar y Sol”, reconoce que el pasado sábado fue el último día fuerte del hedor en la comuna chorera pero, si se mantuviera al momento de la visita de la embarcación de pasajeros, “estaría todo mal”.

Además, cree que hace falta potenciar lo local, ya que se “prioriza ir hacia otros sectores. La gente me dice que se siente abandonada, no hay muchas cosas que atraigan más turistas. Lo que siempre digo es que, por ejemplo, llega un crucero y viene poca gente a visitarnos, como si tuvieran la hoja de ruta ya hecha”.

En el rubro esperan que semana santa sea una buena fecha y para eso se están preparando. “Esperamos que que podamos trabajar tranquilos, que no tengamos problemas”, marca la comerciante.

Al respecto, la presidenta de Protur suma que “si tomamos como ejemplo a Semana Santa y el polo gastronómico que tiene el sector costero, indudablemente que afecta negativamente por el hecho de evitar salir y hacer actividades al aire libre. Si no hay un manejo adecuado del entorno, afecta a la vida y el desarrollo turístico en la zona”.