El cese del viaducto ha obligado a modificar parte del tránsito de carga del puerto local. Empresa y autoridades estiman la pérdida de hasta 5 mil turnos de trabajo, lo que repercute en el comercio y desarrollo productivo de la comuna.
Más de un mes lleva cerrado el tránsito por el Puente Ferroviario del Río Biobío. Durante ese tiempo, las autoridades han manifestado que calcular el impacto económico que ha traído a la Región es bastante complejo, considerando la multidimensionalidad que representa la estructura, por su importancia en el transporte de pasajeros y carga por el Gran Concepción.
A pesar de descartar graves consecuencias económicas a nivel regional, desde el Gobierno aseguran que Coronel es la ciudad que más sufre con el cese de operaciones del viaducto.
“Descartamos un efecto significativo a nivel regional. Sin embargo, nos preocupa bastante lo que puede ocurrir a nivel local (…) vamos a ver los impactos, eventualmente, respecto de la carga que no está llegando a puertos de Coronel”, sostuvo el seremi de Economía, Javier Sepúlveda.
“Hay también eventuales pérdidas por menor carga futura, dado que gran parte de la carga que se está desviando hacia Lirquén y San Vicente probablemente no retorne, si es que hay acuerdos comerciales que transformen esto transitorio en algo permanente”, agregó Sepúlveda.
Según datos entregados por el Puerto de Coronel, hasta ahora hay una pérdida de US$1,5 millones por el cese de tránsito en el viaducto. Esto, junto con una disminución del 20% en el volumen transferido.
Sobre los turnos de trabajo, la entidad portuaria aclaró que son 5 mil turnos los que se perderán hasta el reinicio de operaciones del puente, el que debería volver a estar operativo en abril de este año, según lo informado por EFE.
“Hemos estimado que durante el periodo en que el puente estará inoperativo dejaremos de transferir un quinto de la carga que proyectamos movilizar. Esto implicará 5 mil turnos portuarios menos, como consecuencia evidente de la menor recepción de carga”, indicó Michelle Prater, gerente general Puerto Coronel.
Desde la firma explicaron que, prácticamente todos los puertos del mundo operan con un sistema que combina trabajadores contratados y eventuales, porque tienen requerimientos variables, según el arribo de carga.
Los trabajadores eventuales tienen un sistema de turnos, debidamente reconocido y cautelado por la legislación, en que la persona tiene una relación laboral por un solo turno de 7 horas y media, al término del cual finiquita su contrato y recibe pago inmediato por su servicio.
Prater, aclaró que “lo importante aquí es considerar que el 80% de nuestros trabajadores viven en Coronel y Lota, y si sumamos los empleos generados por la extensa cadena productiva asociada al comercio exterior, estamos ante un severo impacto a la economía local de la zona”.
Desde la cartera de Economía siguen de cerca estas proyecciones. El seremi, Javier Sepúlveda, precisó que “hoy el Puerto de Coronel realiza en promedio más de 16 mil turnos mensuales, por lo tanto, eso podría verse afectado. Las estimaciones del propio puerto es que la afectación no debiera superar más de mil turnos mensuales”.
Sobre la importancia del terminal portuario, Sepúlveda reiteró que el grupo laboral que ahí se desenvuelve “son trabajadores que reciben su remuneración de forma diaria. El puerto inyecta diariamente entre $35 millones a $50 millones diarios a Coronel que se gasta en el comercio local. Por lo tanto, la disminución mensual de pasar de 16 mil turnos a 15 mil , podría generar algunos efectos en las micros, pequeñas y medianas empresas necesitan el monitoreo permanente”.
Asimismo el seremi aseveró que el comercio local no cuenta con las posibilidades ni capacidad logística, para reubicar su operación junto a otros puertos de la zona.
Boris Chamorro, alcalde de Coronel, alertó a las autoridades e hizo un llamado a tomar acciones, pensando en la zona sur de la Región.
“Coronel es la capital del desarrollo productivo, empresarial y portuario más grande al sur del Río Biobío (…) Por lo tanto, le pedimos a las autoridades que las decisiones no las hagan pensando en la capital regional (Concepción), sino que las hagan pensando en los reales afectados, quienes vivimos al sur del Biobío”, dijo Chamorro.
Sobre la situación portuaria, el alcalde coincide en que la pérdida de turnos en el terminal portuario debería tener efectos en el comercio comunal.
Chamorro también cifra en que los trabajadores y trabajadoras del puerto, en casi un 80% corresponden a habitantes de la llamada Cuenca del Carbón.
“Y se abastecen en el comercio local y productivo de nuestra ciudad. Por ello estamos preocupados”, destacó el alcalde.
Además, Chamorro fue enfático en que se necesita un trabajo en conjunto con las autoridades, para evitar cualquier posibilidad de un escenario mayor como un receso económico, de cara a marzo. “Se requiere de una mesa de trabajo real, y será con el Gobierno Regional y la Delegación Presidencial”.
EN ABRIL volverá a estar en operación el puente, según EFE.
Cesar Soto, presidente de la Cámara de Comercio de Coronel A.G.,comentó que “la baja del comercio se ha dado siempre en esta fecha, por lo cual no podemos atribuirlo por completo a la ausencia del puente. Las personas de la ciudad se mantienen acá en la comuna, y para así evitar tacos u otros problemas sin el puente”.
Frente a las repercusiones que puede generar el cese de funciones del viaducto, Soto añadió que “hacemos el llamado para que las personas consuman más en su comuna. Hay algunos locales que tienen que ir a Concepción a hacer diligencias y el puente ha complicado un poco esto”.
El líder gremial también manifestó preocupación por la situación del puerto. “No hemos tenido mucho contacto con el Puerto de Coronel y hemos intentado tener conversaciones con ellos. Aseguramos que los trabajadores del puerto ocupan su dinero en el comercio de su comuna, por lo cual una eventual baja de trabajadores afectaría nuestro mercado local”.
En un análisis más general, el jefe de la División de Transporte e Infraestructura del Gobierno Regional (Gore), Óscar Ferrel, aseveró que “por un lado está la disminución de los volúmenes de carga ; por otro lado está que esos volúmenes de carga resienten el comercio local; después está la externalidad negativa sobre otros medios; o sea vamos a complicar la Ruta 160 aún más. Entonces el efecto de esto lo van a pagar fuertemente las personas durante marzo con sus tiempos de viaje”, dijo Ferrel.
Respecto de las repercusiones en el Puerto de Coronel, Ferrel argumentó que se “está afectando las posibilidades del Biobío en el mediano y largo plazo, dado que su peak potencial se está dañando porque no sacamos la carga de las regiones contiguas; cada día se transporta más carga al puerto de San Antonio; las inversiones van hacia Valparaíso, y aquí estamos postergándonos”.