Mayoría de los permisos por parte de la DGA corresponden a pozos y punteras. El resultado está asociado a la reforma al Código de Aguas, de acuerdo a la misma institución.
Un total de 41 solicitudes de derechos de aprovechamiento de aguas registró la Dirección General de Aguas (DGA), en la Región del Biobío, en 2022. De este total, 26 recibieron toma de razón.
Cabe destacar que de las 26 solicitudes aceptadas, 23 son de uso del recurso subterráneo (pozos, punteras); 2 son de uso superficial y corriente (ríos y esteros); y una de uso superficial y detenido (lago y laguna).
Entre todas las peticiones aprobadas, son 800 litros de caudal anual en promedio. Los Ángeles; Tucapel; Coronel; y Florida son algunas de las comunas donde se otorgaron derechos de aprovechamiento de aguas en el Biobío.
Desde DGA afirmaron que los datos están sujetos a constante modificación y actualización, como parte de las labores de fortalecimiento del Catastro Público de Aguas.
Según la legislación actual, esta facultad que entrega la DGA se define como un derecho real que recae sobre las aguas y consiste en el uso y goce temporal de ellas, de conformidad con las reglas, requisitos y limitaciones que el Código prescribe. Tendrán un carácter temporal y serán otorgados a través de una concesión.
“La cantidad de solicitudes se explica debido a la reforma al Código de Aguas del 6 de abril de 2022 y que modificó gran parte de los procedimientos para el otorgamiento de derechos de aguas, que ahora son concesiones”, argumentó Claudio Morales, director regional de Aguas en el Biobío, sobre la baja cantidad de solicitudes aprobadas durante el año pasado.
“Si uno lo revisa desde el punto de vista del número de derechos concedidos, en un año, es muy poco, porque se habían registrado solicitudes mucho más amplias antes. Las posibilidades de conseguir agua están más escasas porque, en general, todos los ríos y esteros ya están prácticamente entregados en cuanto al caudal que pueden entregar”, explicó el presidente de la Sociedad Agrícola Biobío (Socabío), José Miguel Stegmeier.
Respecto del uso de estos derechos, Stegmeier agregó que “siempre es positivo tener la posibilidad de regar. Si un derecho de aguas para riego o consumo humano por supuesto que está bien porque es una necesidad que tienen los agricultores y los habitantes de las comunas rurales”.
Rossy Mendes, agricultora de la comuna de Florida, quien también tuvo que realizar una solicitud de aprovechamiento de aguas, cuenta que esta diligencia la realizó en conjunto al Instituto de Desarrollo Agropecuario (Indap).
“Fue a través de un proyecto de Indap, por lo cual el proceso no tuve que realizarlo sola. Sin embargo, este proyecto lo tuve que comenzar en 2020, por lo cual el trámite en general tomó bastante tiempo”, aseguró Mendes.