Idea nació en 2019 junto al patio de una casa particular, en Tomé. Actualmente sus instalaciones para compostaje están en el Barrio Industrial de Talcahuano.
Dos camiones 3/4 y tres trabajadores. Bastan estos recursos para que la empresa local “Ketrawe” siga irrumpiendo en el mercado de los residuos.
Se definen como una marca “dedicada a la gestión y valorización de residuos tanto orgánicos como inorgánicos a domicilios y empresas” y que además busca “educar a la población sobre la crisis ambiental que estamos viviendo y mostrar cómo nuestras acciones pueden evitar este cambio climático”.
En la actualidad tienen una capacidad para procesar cinco toneladas de material orgánico y una de inorgánico al mes. Lo realizan desde sus instalaciones en el Barrio Industrial de Talcahuano (sector Jaime Repullo), pero el desafío es llegar a 25 o 30 toneladas al día.
Así lo confirma Álvaro Pinochet, cofundador de esta pyme con origen en Tomé. “En eso estamos trabajando, llegar a escala industrial. Nuestro foco está en que la gente contrate nuestros servicios para poder tener, en un futuro pronto, una planta de compostaje de estas características y así llegar a trabajar con otro modelo de negocios”, dijo Pinochet.
El modelo de negocios trata de planes. Los precios van variando en base a kilos retirados a domicilio, cantidad de días a la semana, etc. Álvaro explica que una vez tratado todo el material al cliente le corresponde la entrega de abono, por parte de Ketrawe.
“Todo comenzó con la idea de Esteban Escobar. Él inició este proyecto. Un día mi madre contrató el servicio de retiro y así lo conocí. Hice una propuesta para trabajar juntos y entré a la empresa, comprando la mitad de esta. Al Principio operábamos en el patio de la casa de mi entonces socio. Teníamos capacidad de 500 kilos de residuos al mes”, contó este piloto comercial de profesión.
Hoy tienen cerca de 360 usuarios, tanto empresas como particulares, de distintos puntos de la Provincia de Concepción.
Ana Muñoz, clienta hace más de un año de esta pyme, comentó que “nuestra principal motivación de preferir Ketrawe es que adoptamos una forma de vivir naturista, vegetarianos y muy unidos al tema natural. Nos parecía una aberración estar tirando todo a la basura. Llevamos poco más de un año con esta empresa local”.
Asimismo, Muñoz señaló que ha sido grato para ella trabajar con horarios establecidos por Ketrawe para cada uno de los retiros.
“La empresa ha asumido una responsabilidad, porque hay como una química que se va generando que lleva orden y disciplina de parte de ellos como empresarios. Ellos pasan los días y horarios que te dicen y siempre cumplen”, dijo Ana Muñoz.
“Uno después va formando una relación de confianza con ellos, porque retiran la basura incluso cuando nosotros no estamos, casi una confianza familiar. Además, ahora ellos están trabajando con el reciclaje de cosas, tales como el plástico”, agregó.
María Ignacia Mondaca es clienta de Ketrawe desde marzo de 2022, y también destacó la labor que realizan en el cuidado del medioambiente.
“Nos llevó a Ketrawe la motivación que tenían como empresa de generar menos residuos que fueran perjudiciales al medioambiente. Se está trabajando por un bien mayor. La experiencia completa ha sido buena”, comentó Mondaca.