El secretario de Estado entregó las proyecciones que tienen en el sector para 2023. De la misma forma entregó detalles del trabajo que realizarán con los cuestionados resultados del Censo Agrícola y Forestal realizado en 2021.
Esteban Valenzuela, ministro de Agricultura, visitó la Región del Biobío para participar en distintas actividades, en ellas se encuentran, la presentación de los datos del último informe sobre Mejores Alimentos de Temporada (MAT) de primavera de la Región del Biobío.
Durante su presencia en la zona, el secretario de Estado, conversó con Diario Concepción, sobre las proyecciones que tienen en el sector para el próximo año y los temas que se han tomado la agenda agrícola en la Región y el país.
-Hemos ordenado, a través del administrador de bienes nacionales y acciones en el contexto de la Comisión Nacional de Vivienda y Territorio, el exigir a la Fiscalía Nacional que dé las órdenes de desalojo. Se han tomado terrenos que están en zonas de riesgo y también hemos sido claros con las comunidades mapuches que están en terrenos en toma no son elegibles para los proyectos porque se requiere cumplimiento de la legalidad.
Es muy importante destacar que esos terrenos son de forestales, no de bien nacional, son privados, por lo tanto se tienen que cursar las denuncias correspondientes a las fiscalías que sean del territorio.
-Producto de que a nivel mundial existe una demanda fuerte de alimentos la agricultura va a ser de los sectores que va a crecer en este año de ajuste y de recesión mundial. Nosotros calculamos en un 3% el crecimiento del sector agrícola en 2023.
Tenemos dos factores, uno estructural y el otro de acción del gobierno, que son fundamentales para explicar el dinamismo del sector. Lo estructural fue que hubo buen clima, ya que llovió y tuvimos más nieve en la Zona Centro-Norte. Hubo heladas también, pero más focalizadas y ahora hay más disponibilidad de agua.
Lo segundo es que quintuplicamos el crédito agrícola. Fueron más de $200 mil millones entre Siembra por Chile, con garantía Fogape a través del Banco Estado, y el crédito de 3% de tasa de interés de Indap a los pequeños productores. Luego duplicamos las ayudas por emergencia agrícola para usuarios de Indap y, para los que no lo eran, lo hicimos a través de los municipios.
-Se ha preparado bien, es un a resiliente y es la industria más antigua de la Nación (…) Es un sector con mucha fuerza, muy descentralizado y que se ha tecnificado mucho con una innovación notable.
-El dólar al alza ayuda a los exportadores y a toda la cadena de valor detrás de las exportaciones. Esto les ayuda a pagar el alto precio del transporte naviero.
Lo bueno es que salió de su peak el costo de los fertilizantes, que es un insumo agrícola fundamental en la producción agrícola.
El alza del dólar se traduce en precios que pagan las comunidades y, quizás, el gran golpe directo que afecta a la producción de alimentos es el alza del costo de la energía. Todo esto producto del dólar, la guerra en Ucrania y también las decisiones oligopólicas que toman los países productores de petróleo.
Es un contexto adverso y por eso la economía mundial va a tener un año 2023, en general, difícil.
El costo de importar alimentos es una gran oportunidad para que Chile, que fue en parte lo que hicimos en la visita a la Vega Monumental, consuma más frutas y verduras frescas de temporada. Es una enorme posibilidad de una alimentación más sana. Somos uno de los tres países de la OCDE con mayores problemas de alimentación.
También hay que destacar que existe una gran oferta de productos de temporada de la Región del Biobío a precios razonables. (…) Hay que consumir también en los mercados mayoristas y en las ferias libres, ya que son 50% más baratos que las cadenas establecidas.
-Nosotros hemos sido muy francos como nueva autoridad de Gobierno y este es un censo imperfecto. Se realizó en pandemia en el primer semestre del 2021 y tuvo distintos promedios, en varias de las regiones donde está el grueso de la producción silvoagropecuaria entre O’Higgins y Los Lagos, de entre el 10% y hasta 20% de no respuesta.
Un ejemplo es el número de cabezas de cerdo, que se cuantifica, presenta una baja sustancial y al hablar con esta industria nos dicen que tiene más producción que lo que el censo establece.
Por eso lo que ha pedido la Odepa es entender que no en todas las regiones el censo tiene imperfecciones, sino que también tiene elementos interesantes, como, por ejemplo, el nivel de tecnificación del agua. Hay datos útiles, pero, globalmente es un censo que hay que revisar y por eso se llamó a un panel de expertos para poder mejorar su interpretación. Esto lo hemos coordinado con el ministro de Economía, Nicolás Grau, haciendo las gestiones durante las próximas semanas para que durante enero podamos tener una buena interpretación de los datos que entregó el censo.
-Los censos son bastante costosos, no pensamos hacer otro. Lo importante es que el panel de expertos, con experiencia nacional e internacional, pueda hacer las proyecciones correctivas y chequear algunos datos con la industria. Para esto, por ejemplo, el SAG tiene un sistema de registro de las cabezas de ganado. Hay formas de cruzar datos e interpretarlos.
No obstante, el censo dice tres cosas que son correctas y que son que el sector frutícola es el que más crece, ya que ha tenido un boom en algunas frutas en específico. Otro punto correcto es que las carnes blancas tienen también un crecimiento significativo.
El tercer punto es que el sector forestal ha presentado un estancamiento y por eso hemos anunciado que, durante el 2023, vamos a enviar una ley de forestación mixta que incluya lo nativo en el contexto de la creación de un nuevo servicio que nace de la Conaf para fortalecer ese punto.
Otra cosa importante es que la agricultura está produciendo más con menos y eso es lo que tiene que hacer. Es agricultura de precisión, por lo tanto ya no se puede medir por la cantidad de hectáreas en las que se siembra, sino que se debe calcular por la productividad de la misma. (…) Hay un dinamismo de ciencia, productividad y tecnología.
-Se viene la mejor temporada de la fruta en la historia del país. Se ha corrido la frontera de la fruta en la Zona Sur. Ha crecido en Ñuble y Biobío el Avellano Europeo. También somos un gran exportador de frutas al hemisferio norte y estamos dentro de los cinco mejores exportadores del mundo en los productos estrella como los arándanos y la cereza. El mercado asiático, en general, demanda muchísimo la cereza de calidad chilena. (…) Además hubo un fuerte apoyo de créditos que favoreció a pequeños, medianos y grandes productores. También, y no menos importante, hubo un buen clima durante este año.