La polémica termoeléctrica de Enel quedó desconectada del sistema de suministro. La firma italiana contempla un nuevo uso de la infraestructura.
Hasta cinco años podrían tardar los estudios de Enel para determinar la reconversión de Bocamina II de Coronel, tras su cierre de operaciones de este viernes.
Cuestión que fue ratificada por la empresa a Diario Concepción, tras la desconexión de la central generadora a carbón, del sector Lo Rojas.
De acuerdo a la firma italiana la idea es que la infraestructura de la termoeléctrica sea utilizada para energías limpias. En este sentido es que el gerente general de Enel Generación, James Lee Stancampiano, dijo que “tenemos un equipo multidisciplinario y también internacional que está viendo la mejor manera de utilizarlo (la central), y que esté más cercano al medioambiente, sea sostenible e innovador”.
James Lee Stancampiano agregó que “hay partes que tenemos que demoler, porque no son útiles y que pueden estar sujetas a algún tipo de bonificación (…) Tenemos por lo menos, otros 4 o 5 años de trabajo donde necesitamos estudiar la mejor reconversión de la alguna infraestructura y el desmantelamiento de otra”.
Una de las preocupaciones, como informó este medio, que tenía la comunidad de La Colonia, sector colindante Bocamina II, es lo que va a ocurrir con los dos domos construidos para almacenar carbón. La principal queja de los vecinos apuntaba a una contaminación visual por el tamaño de las estructuras.
El jefe de directorio de Enel Chile, Herman Chadwick, descartó un desarme de los domos. “Espero venir en un tiempo más para poder ver qué solución le encontramos a este enorme domo donde estamos sentados. Demolerlo no, ocuparlo sí”, recalcó.
Sin embargo, desde el Gobierno esperan conformar una mesa de trabajo para concretar las evaluaciones anunciadas por la firma italiana.
Así lo explicó Julio Maturana, subsecretario del Ministerio de Energía, quien participó de la ceremonia de cese de la planta coronelina.
“Hay una muy buena voluntad, tanto de la empresa como del alcalde para generar una mesa de trabajo en donde se pueda recuperar parte de la infraestructura en servicios comunitarios”.
La intención del Ministerio es poder ver transformada la planta en un espacio que esté al servicio de la comunidad. “Estamos muy esperanzados de aquello, porque también va a ser un ejemplo para todo el país en el sentido de la reconversión de espacios”, agregó Maturana.
Por su parte, el alcalde de Coronel, Boris Chamorro, hizo énfasis en los compromisos que asumió Enel con la comunidad. “Vamos a estar muy atentos al uso que se le va a dar a la infraestructura y a los compromisos pendientes que tiene el Estado. Queremos saber en qué se van a ocupar los domos. Todo esto no termina con la desconexión de Bocamina II”, comentó Chamorro.
“Queremos ser parte del proceso, queremos saber, queremos tener información. Vamos a ser muy claros en que no vamos a permitir que llegue una nueva actividad productiva contaminante”, agregó el jefe comunal.
La delegada presidencial, Daniela Dresdner, también insistió en la creación de una mesa de trabajo. “Se debe instalar una mesa de transición justa en la que se pueda trabajar lo que pase con la infraestructura de la planta y lo que pasará con los trabajadores de Bocamina II”.
“Tiene que haber un plan de retiro por parte de la empresa que se tiene que hacerse responsable de sus activos, porque la planta corre el riesgo de transformarse en una cuestión ruinosa que afecte la calidad de vida de los vecinos de Coronel”, comentó el senador, Gastón Saavedra, respecto del futuro de la central.
Cristian Toledo, supervisor de operaciones de la central Bocamina II, después de la desconexión oficial manifestó que “esto tiene un poco de alegría y un poco de tristeza. Sabemos que es importante descarbonizar la matriz eléctrica del país”.