Inversiones iniciales fluctúan entre los $20 y $30 millones y corresponden a un requerimiento, cada vez mayor, de este tipo de productos. La oferta en general se caracteriza por la masa madre, masa de hojas, integrales y multisemillas entre otros.
Las bollerías del centro de Concepción aseguran que el negocio viene al alza, desde hace aproximadamente 14 años a la fecha, y que cuenta con buenas proyecciones pese a los impactos del estallido y la pandemia, siendo la innovación basado en productos veganos lo que ha dado un mayor impulso en la industria.
Así lo resalta por ejemplo, Catherine Doyhamberry, dueña del local Trankuy con más de 13 años en la ciudad y quien está pronta a abrir una nueva sucursal en San Pedro de la Paz (Michimalonco #929). Sobre qué motivó sacar adelante el negocio de la bollería, señala que “fue la poca o casi nula oferta que había en el centro penquista respecto de alimentos veganos, vegetarianos, integrales y sin azúcar que nosotros sí teníamos, hablo desde comenzamos hace 14 años”.
En cuanto a los productos más vendidos y sus precios, en calle Colo-Colo al llegar a O’Higgins, en Trankuy cuentan con queques veganos sin azúcar, además de bollería integral y sin azúcar vegana o vegetariana, galletones de multisemillas,etc.
“En nuestro caso el negocio de la bollería vegana y vegetariana ha sido al alza, donde igual ha sido con harto esfuerzo después del estallido social y la pandemia donde fue muy duro poder sobrevivir”, destaca Doyhamberry.
“Nuestra propuesta es enriquecer la masa con algo que sea más benéfico para la salud” parte diciendo Cristopher Uribe, quien junto a su socio Nicolás Conejeros se iniciaron en 2017 con masas enriquecidas y distribuyendo a través de Instagram antes de llegar a su actual local “La Demetra” (Paicaví #314) y quienes ofertan bollería artesanal.
Bollería La Demetra
“Acá, donde llevamos aproximadamente un año y dos meses, tenemos bollos veganos rellenos con champiñones y otros con tomate que carameliza el producto”, agregó Uribe.
Además, el empresario explica que “la bollería en general consiste, por decirlo así, en la parte dulce de la panadería donde es posible encontrar berlines, calzones rotos, panes dulces, panetones y panes de pascua entre otros”.
El socio fundador de La Demetra cuenta que antes de comenzar con el emprendimiento estudió en el Culinaria Art, en la Dehesa, y luego se especializó en panadería internacional en Artebianca para posteriormente reunir un capital, en forma privada, de unos $20 millones para para iniciar el negocio, el que fue evolucionando según la demanda, explica.
Uribe asegura que sus productos a base de vegetales han sido muy bien valorados por sus clientes donde destacan los rollitos de canela y el de chocolate ($1.000); además de bollos de masa dulce rellena de chips o pasas, y cranberries.
En el caso de la Panadería Panrry, donde desarrollan bollería de autor (Freire #1.411), su dueño Luciano Alarcón resalta que fue en un viaje por Italia donde conoció esta especialidad.
Bollería de autor en Panrry
“Hice esta bollería de autor a mediados de 2018 impulsado también por una tía a la que le pedían mucho este tipo de productos. Tras una viaje que realicé a Italia traduje la experiencia en bollos a base de masa de hojas, que en Biobío no existen mucho, entonces decidí ofertar productos con un estilo francés e italiano donde lo que más se vende son los nudos de canela y Croissant ($1.300) y panes de chocolate ($1.500) entre otros”, indica Alarcón.
“Partimos a mediados de 2018 como delivery a través de instagram hasta que pudimos establecernos en 2021, logrando tener nuestro primer local. Ahora buscamos abrir otro recinto en San Pedro de la Paz, en octubre aproximadamente, con una inversión estimada de unos $30 millones de capital privado. Pero ha sido todo gradual y según la cada vez mayor demanda”, explica Luciano Alarcón.