De acuerdo a investigador del IER esta industria destaca por varios comportamientos. Sernatur explica una evolución de la actividad.
La industria turística de la Región del Biobío pasa por un periodo de deterioro como consecuencia latente de la crisis sanitaria del Covid-19. Esto en comparación a otras actividades desarrolladas en la zona.
Sin embargo una parte importante que sostiene al sector es el llamado “turismo de negocios”, donde según el Servicio Nacional de Turismo (Sernatur) del Biobío un turista de esta categoría puede gastar hasta seis veces más en comparación a uno que llega al territorio por recreación.
Índices
De acuerdo nuevo Informe Económico Regional (IER) de la Facultad de Ciencias Empresariales y Administrativas (Facea) de la Universidad de Concepción “la reciente publicación de datos de Producto Interno Bruto regional hecha por el Banco Central (…) indican que, más allá del escaso dinamismo de la actividad económica regional, la crisis golpeó principalmente al sector productor de bienes. La buena noticia es que los sectores de comercio y servicios no fueron tan dañados y que todos ya han recuperado, incluso, sus niveles de tendencia”.
Además, “aunque la naturaleza de esta crisis ha afectado de maneras distintas a distintos sectores económicos, (…) el Índice de Ventas de Supermercados (ISUP), el Índice de Producción Manufacturera y el nivel de exportaciones regionales, confirmamos que la crisis no fue tan grave en esos sectores. De hecho, no se observa un cambio perceptible en esas actividades antes ni después del inicio de la crisis sanitaria”.
“En cambio, otros sectores, como el turismo, muestran un deterioro notable. El Índice de Pernoctaciones (EMAT) así lo evidencia. Afortunadamente, para la Región el sector manufacturero, principal motor de la actividad, mantuvo su tranco lento, pero seguro”, sostuvo el informe. (ver gráfico).
Equipo IER
Al respecto, es que el Dr. Claudio Parés, miembro del equipo del IER explicó que en el turismo regional existe una gran presencia de pernoctaciones relacionadas a actividades laborales.
“(El turismo) es un sector bastante heterogéneo en el que tenemos el turismo de empresa. Los hoteles reciben a mucha gente asociada a la industria . Podemos entender al sector turismo como un turismo empresarial donde se realizan conferencias y reuniones en la zona. Por otro lado está el turismo de paseo. Gente que va a las termas, a la montaña, a las lagunas de la Región que han tenido comportamientos super distintos”, dijo Parés, agregando que “el sector empresarial ha soportado mejor la crisis (del Covid-19). El sector recreativo ha sentido un poco más fuerte los embates de la crisis”.
Evolución
Ante lo anterior, la directora regional (s) del Sernatur, Carolina Godoy dijo que “efectivamente el turismo de reuniones ha ido evolucionado favorablemente en los últimos años”.
“Entrega importantes beneficios a la economía en general: reduce la estacionalidad, genera un mayor gasto promedio por turista, contribuye a la regeneración y posicionamiento de los destinos, dinamiza la economía local y genera empleos, esto porque requieren de otros servicios para llevarse a cabo, y una de sus características más importantes es el elevado gasto y estadía promedio ampliamente superior al del turista recreacional”, agregó.
Una mirada parecida tiene Paul Esquerré, gerente general de “Turismo Esquerré”, quien explicó que la industria vive un deterioro que se arrastra desde hace años y que se pronunció más con la coyuntura sanitaria.
Para Esquerré hay dos importantes factores que son la pérdida del Valle del Itata y de Las Trancas, tras la creación de la Región de Ñuble; y la escasa oportunidad de oferta en la zona de Arauco gatillado por la violencia rural, lo que se está expandiendo hacia la pre y alta cordillera. “Está quedando el borde costero y Antuco”, manifestó.
“Tenemos el turismo de negocio que sí está salvando la industria del turismo en la Región. Efectivamente ha permitido que la hotelería tenga muy buena ocupación. Que la gastronomía también tenga buenos números. Que la actividad en general de los transportistas y todos los servicios externos también se mantenga con números sanos”, sumó Esquerré.
Gastos
Según Carolina Godoy “se estima que, en promedio, el asistente a una reunión gasta entre 4 a 6 veces más que un turista normal o vacacional, Además, tiene una estadía promedio de 6 días, incluyendo los viajes de pre y post congreso o convención. Utiliza habitaciones, restaurantes y servicios de mayor valor e incurre en una serie de gastos adicionales y, además, por lo general regresan de vacaciones.
Recreación
En el turismo recreativo las vacaciones de invierno, en curso, abren una ventana de renovación en cuanto a demanda.
En el sector “La Poza” de Talcahuano, Silvia Sepúlveda de la bentoteca “Mar y Sol”, comentó que en su caso “con estas vacaciones hemos visto más flujo de gente y más ventas. En mi local han subido cerca de un 30% en estos días”.