Gremios locales mantienen cautela, sosteniendo que el valor sigue siendo alto y puede traer consecuencias a largo plazo.
La intervención del mercado del dólar en Chile anunciada por el Banco Central ayudó, este viernes, para que el peso chileno pudiera detener su sostenida tendencia a la baja.
La inyección de US$25 mil millones, por medio de ventas de dólares spot y otros instrumentos de cobertura cambiaria, comenzará este lunes, pero los inversionistas ya reaccionaron al respecto.
La entidad argumentó que tomaron estas medidas debido al alza sostenida del dólar, que esta semana ha cerrado sobre los $1.000, además de una caída del 30% del precio del cobre y una apreciación del 7% en el valor del dólar a nivel mundial.
En las operaciones previas al inicio de la jornada el dólar llegó a cotizar por debajo de los $1.000 y tras su apertura se mantuvo la tendencia a la baja.
De hecho, al mediodía de este viernes el dólar cayó $70,7 respecto al cierre anterior y cotizó a un valor de $980,93. Ante esto, la moneda de Estados Unidos registró en Chile su mayor caída diaria en la historia.
Ante esta coyuntura es que gremios de la Región del Biobío dicen estar cautos con el comportamiento de la divisa y comienzan a realizar sus proyecciones con el escenario económico.
“Debemos tener sumamente claro que, si bien hay un problema económico a nivel mundial, al menos $100, $150 en el valor del tipo de cambio, hoy día se explican por la incertidumbre que estamos viviendo dentro de Chile, y la inestabilidad en la que nos encontramos. Es por eso que si bien es correcta la medida, la pregunta que nos hacemos es: ¿cuánto impacto podrá tener en el mediano plazo?, ojalá que efectivamente pueda contener el tipo de cambio porque el efecto negativo en nuestra economía es bastante importante”, sostuvo Álvaro Ananías, presidente de Cámara de la Producción y del Comercio (CPC) del Biobío.
Desde la Cámara Chilena de la Construcción (Cchc) de Concepción, manifestaron que el actual comportamiento del dólar puede afectar fuertemente las ventas inmobiliarias anuales.
“En tanto que para el sector de edificación de viviendas privadas, genera un encarecimiento del financiamiento hipotecario, que dificulta a clientes el poder comprar nuevas unidades, lo que a su vez desincentiva el desarrollo de nuevos proyectos. Para el sector inmobiliario este año esperamos cerrar el ejercicio de ventas con un descenso que superaría el 30% anual”, manifestó Helen Martin, presidenta de la Cchc penquista.