Empresarios y trabajadores de Concepción ya venían arrastrando una baja importante tras la llegada de las aplicaciones. A todo lo anterior, ahora se suma una escasez de conductores.
El confinamiento que trajo la pandemia del Covid-19 abrió una ventana de recuperación para el gremio taxista del Gran Concepción, el que por años venía arrastrando mermas tras la llegada de las aplicaciones de transporte y con ello la fuga de pasajeros.
Estimaciones del rubro hablan de una notable mejoría, con flotas que hasta quintuplicaron sus ingresos en medio de las cuarentenas totales con excepciones para cubrir servicios básicos de acuerdo a la autoridad estatal.
Sin embargo, ahora que las medidas de movilidad son menos estrictas los empresarios y trabajadores dicen sentir de golpe de la nueva realidad, con bajas en sus ingresos que van desde un 30% o hasta un 40%.
Juan Carlos Muñoz, taxista y micro empresario de Concepción, ha sido uno de los transportistas que aprovechó esta oportunidad y señaló que “uno ha comenzado a trabajar mucho con convenios con distintas empresas”.
No obstante, con la lenta retirada de las medidas sanitarias más restrictivas, es de los que confirma el descenso ya consignado, y que en su caso está por sobre el 30%.
Fue en junio de 2016 cuando llegó la primera aplicación de transporte particular a Concepción generando la primera gran crisis del sector previo al hito del Covid-19.
A seis años de ese episodio, los taxistas del Gran Concepción acusan que todavía no han podido alcanzar sus ingresos históricos.
Desde el sindicato de Trabajadores Independientes de Taxistas de Concepción aseguran que las pérdidas fueron de un 50% y se han mantenido, pasando por el importante paréntesis de la pandemia a la fecha.
Esta problemática señala Hector Pino, presidente del sindicato, se suma al déficit de conductores por el que pasan. “En materia de transporte, estas aplicaciones siguen operando de forma irregular y cuando llegaron se nos escapó mucho público . Durante estos años hemos tenido una baja generalizada de clientes ”, dijo Pino.
Según un catastro realizado por el propio gremio, antes de la llegada de aplicaciones como Uber, la cantidad de taxis disponibles en la capital regional llegaba a los 400 y hoy experimentan un falta de casi un 20% de los choferes.
“La escasez de taxis ha sido abismante y muchos ya han vendido sus vehículos”, manifestó Marcos Véjar, secretario del Paradero de Taxis de calle Colo Colo. Sin embargo, los taxistas señalan que de a poco ha ido disminuyendo la brecha de preferencias entre las aplicaciones y su servicio.
Al cierre de esta nota y consultados por Diario Concepción, desde la Seremi de Transportes y Telecomunicaciones de la Región del Biobío no respondieron sobre este tema.
El pasado 25 de enero de este año se aprobó la Ley de Plataformas Digitales, más conocida como “Ley Uber”, y cuyas principales modificaciones entrarán en vigencia el 1° de septiembre.
Una de ellas es que las aproximadamente 300.000 personas que prestan servicios como independientes por medio de aplicaciones, podrán transformarse en un trabajador dependiente, esto en base a cómo ha sido la forma de operar y relacionarse con determinada plataforma.
Sin embargo, en ambos casos, esta población contará con nuevas coberturas que le permitirán realizar tareas de manera más segura y protegida.
Por ahora los taxistas tanto tradicionales como de aplicaciones han seguido trabajando a sus respectivas maneras habituales, con las restricciones impuestas ahora por una coyuntura distinta: la pandemia.