Principal desafío es articular el trabajo de energía verde, junto con el levantamiento de pilotos y financiamiento.
Un consorcio regional de Hidrógeno Verde (H2V) sería el siguiente desafío tras el cierre del proyecto FIC-R “Alianza Estratégica Hidrógeno Verde para el Biobío”.
Plan que se extendió por 18 meses y que tuvo una inversión total de $292 millones tras la unión de aportes de 40 socios del sector público, privado y académico.
Andrea Rodríguez, vicerrectora de Investigación y Desarrollo de la Universidad de Concepción dijo que “este cierre de proyecto no debe verse como un fin, sino que como un comienzo”.
Para Rodríguez “lo importante son las creaciones de alianzas que se han fortalecido y este plan de ruta junto a las perspectivas de potenciales usos locales del hidrógeno verde. Ahí están las capacidades, obviamente complementadas con todas las capacidades del levantamiento de capital humano que existen en la Región del Biobío para enfrentar estos desafíos”.
“Existe la idea de crear un consorcio regional. Ahí las alianzas que se hicieron son la base para eso donde existen otras universidades que también están trabajando y lo que tenemos que lograr no es competir sino que realizar las sinergias correspondientes”, resaltó la vicerrectora.
Además, enfatizó que “haremos los esfuerzos para eso basándonos en las perspectivas que se hicieron en los términos de uso porque creo que ahí es lo que tenemos que hacer y levantar obviamente potenciales proyectos concursables que nos permitan un mayor financiamiento más dirigido a cosas concretas, pilotos en esas temáticas, lo que seguirá requiriendo el apoyo y esfuerzo de la UdeC”.
Alejandro Karelovic, director del programa Alianza Estratégica Hidrógeno Verde para el Biobío y docente de la FI en la UdeC, adelanta que se viene una segunda etapa del proyecto “que es lo que tenemos que armar ahora donde la primera idea era sentar las bases porque el consorcio no está listo y lo tenemos que generar y mi idea como profesor es que la universidad (UdeC) articule”.
Karelovic, resaltó también que en Biobío el H2V “va a tener que ver con proyectos en conjunto porque lo bueno que tiene la Región es el uso de hidrógeno en distintos procesos por lo que contamos con una ventaja al poder usarlo en refinería con una alta demanda y diversificada donde los riesgos se comparten y el Estado debería tomar un rol de líder a través de sus empresas públicas”.
Ya Eduardo Bitrán, presidente del Club de Innovación, en entrevista publicada en este medio, hizo un llamado al Gobierno para alentar el liderazgo de Enap en el desarrollo del H2V en Biobío como un distribuidor para la industria regional y oportunidad de cambiar el uso de hidrógeno gris a verde.
Frente a esto, María José Reveco, jefa de División de Combustibles y Nuevos Energéticos del Ministerio de Energía, respondió que “lo que viene ahora es la naturaleza, o cómo Enap se va a incorporar a estos desafíos en hidrógeno a futuro, algo que evidentemente tiene el Gobierno como una tarea.”
De acuerdo con el director del programa Alianza Estratégica Hidrógeno Verde para el Biobío se trata inicialmente de un proyecto del Fondo de Innovación para la Competividad (FIC) del Gobierno Regional por $150 millones.
“Después, apalancamos recursos porque todas las empresas que participan en esta alianza estratégica aportan y todos lo hicieron sin ningún problema”, comentó el directivo.
Según lo informado desde la Facultad de Ingeniería de la UdeC el financiamiento se dividió entre: $92 millones de empresas y el aporte de $50 millones por parte de la misma casa de estudios, totalizando, en conjunto con el financiamiento del Gore: $292 millones.