Economía y Negocios

Eduardo Bitrán: “Biobío necesita un hub, un productor de hidrógeno que abastezca a muchas industrias”

Destaca que en la Región el desafío es generar un proceso de aprendizaje que estaría muy condicionado a la acción que pueda tomar Enap. En Transportes y Logística el energético competiría mejor que buses eléctricos y en lo forestal habrían oportunidades así como en el acero y el cemento entre otros.

Por: Edgardo Mora 05 de Junio 2022
Fotografía: Carolina Echagüe M.

Sólidos como un muro podrían considerarse los planteamientos de Eduardo Bitrán, presidente del Club de Innovación, ex ministro de Obras Públicas y ex presidente de Corfo tras su participación en la “Jornada de Oportunidades Alianza Estratégica Hidrógeno Verde para el Biobío”.

En entrevista para Diario Concepción, Bitrán responde interrogantes regionales y nacionales importantes respecto a los principales desafíos, oportunidades y proyecciones para el energético en la Región y enfatiza que “Biobío necesita un hub, un productor de hidrógeno que abastezca a muchas industrias y así bajar los costos junto con los riesgos” donde “Enap tiene una responsabilidad porque es el principal consumidor de hidrógeno gris hoy día”.

– ¿Cuáles serían a su juicio los mayores obstáculos para el desarrollo del H2V en Biobío y el país?

-Biobío necesita un hub, un productor de hidrógeno que abastezca a muchas industrias y así bajar los costos junto con los riesgos, lo que se llaman fallas de coordinación. Aquí hay dificultades que cada empresa en particular no puede resolver y al generar este Hub que ofrece a diversas empresas, se reducen estos obstáculos y en particular mi planteamiento ha sido que aquí Enap tiene una responsabilidad porque es el principal consumidor de hidrógeno gris hoy día y en la medida que decida incorporar H2V con una escala que genere disponibilidad para otros actores, dará un impulso muy significativo al aprendizaje en este tema y al desarrollo de otros proyectos. Espero que el Gobierno influya en Enap, dado que el Presidente anunció que esta estrategia se transformó en política de Estado y donde Enap tiene mucho que hacer. Les mencioné los puertos de Magallanes que son antigüos que hay que recuperarlos y no hacer nuevos puertos.

– ¿Y el proyecto de Huachipato?

-Sí, pero todavía a una escala muy pequeña, quizás ellos se podrían beneficiar de comprar H2V y dedicarse más bien a la innovación que significa sustituir el carbón en el proceso de reducción de oxígeno del hierro y sustituirlo por hidrógeno que es una oportunidad también.

– ¿De qué forma el H2V beneficiaría la industria del cemento, siderurgia, forestal, pesca, alimentos, agroindustria, transportes y logística en Biobío?

– El hidrógeno renovable tiene un impacto insustituible en ciertas industrias que son difíciles de descarbonizar, principalmente del acero en procesos de reducción donde usa carbón y, en la industria del cemento en la producción de clinker que es un insumo, ocurre la misma situación. Esos son elementos básicos, fundamentales. Luego, en la industria del petróleo se usa hidrógeno (llamado hidrógeno gris) y en esta Región estas industrias existen, por lo tanto son candidatos inmediatos. Ahora, hay otros ámbitos como el sector Transportes y Logística donde el hidrógeno verde compite bien e incluso mejor que buses eléctricos porque el tiempo de carga es mucho menor y la autonomía mucho mayor, entonces se utiliza más plenamente el bien de capital y ahí con otra alternativa verde compite bien.

En la industria forestal, hay oportunidades en los procesos ya que entiendo que usa cal con la utilización de mucho petróleo generando una huella de carbono importante. A futuro, la parte logística del sector silvícola podría usar H2V y ser una oportunidad de plantear esta industria como una sustentable. Por ejemplo, próximamente, la industria forestal comenzará a sustituir la fibra sintética y el plástico entre otros.

Se trata de una industria de exportación que si además tiene una baja huella de carbono aumenta significativamente su valor donde, sin duda, hay una oportunidad interesante. Más adelante también, en el tema de calor y la industria de alimentos, entre otros, son áreas en que todavía lo economía no da, pero hay que trabajarla porque es posible usar y sustituir combustibles, gas natural entre algunos y acá hay una industria de alimentos que es interesante. Por lo tanto, en Biobío el desafío es generar un proceso de aprendizaje, de pilotaje, pero se necesita una capacidad de hidrógeno verde disponible para distintos actores donde hay que ponerse de acuerdo y coordinar acciones para impulsar esta primera iniciativa.

– ¿Qué impactos ha tenido a su juicio la pandemia, la inflación (nacional e internacional) y la guerra en Ucrania en las expectativas de desarrollo del H2V en Biobío y el país?

– La pandemia generó un fenómeno de toma de conciencia de nuestra interdependencia global. Lo que pasó en China afectó en Japón y en Chile. De alguna manera, hizo gatillar el interés por otro fenómeno global que es el cambio climático, entonces, contrariamente a lo que algunos pensaron en algún momento sobre el impacto económico adverso de la pandemia, que iba a retrasar la acción climática, fue al revés, generó una mayor sensibilidad de los líderes políticos mundiales por lo que pasa en el planeta y por la interdependencia global. Por lo tanto, creo que finalmente ha sido un acelerador.

Otro acelerador más claro y evidente es la invasión en Ucrania porque el porcentaje del gas natural que requiere Europa que viene de Rusia (más del 40%) y que es una disrupción intolerable y una dependencia geopolítica inaceptable, ya vimos que la presidenta de la Unión Europea en marzo dijo que buscarían la independencia energética de Rusia, pero al mismo tiempo, se cumplirían sus objetivos de descarbonización y planteó explícitamente el tema del hidrógeno verde en una zona que no es autosuficiente porque no tiene tantas riquezas en energías renovables donde, por lo menos, deberán importar la mitad del H2V y es ahí donde aparece una oportunidad para Chile en zonas como el desierto de Atacama y Magallanes.

En cuanto a la inflación, la gracia que tiene este combustible es que es casi pura inversión de capital. Cuando se realiza la inversión se fija el precio o el costo al menos, no queda dependiendo de lo que pase en los mercados internacionales que es una manera de hacer una diversificación de riesgo frente a los vaivenes que tienen el precio de los combustibles.

– ¿Cómo podría afectar el borrador de la nueva constitución al desarrollo del H2V ?

– El presidente de H2 Chile planteó con un informe que también leí, que el factor a veces más importante para determinar la competitividad de los países que estamos en carrera como Arabia Saudita, Australia o Marruecos, es la tasa de costo de capital. Es la tasa de interés que se ve afectada por el riesgo país, entonces en cualquier escenario frente a la Constitución debemos ser capaces como sociedad de reducir la incertidumbre y de realizar un manejo fiscal prudente porque es el principal factor que influye en el riesgo país.

Existen algunos temores que la explicitación de derechos genere muchas expectativas y eso hace muy difícil después políticamente controlar el gasto y también hay preocupaciones sobre los costos de transacción de hacer negocios que son temas que hay tomar muy seriamente. Sí, hay aspectos de la Constitución que son preocupantes que tienen que ver con la fluidez con que se puedan desarrollar negocios en momentos que Chile necesita inversión para poder satisfacer las enormes necesidades.

En términos de bienes públicos Chile tiene un déficit por lo que debemos aumentar estos bienes públicos para generar además mayor cohesión social, pero para eso necesitamos crecimiento e inversión, tienen que ir de la mano. Hablamos que el hidrógeno verde requiere de inversiones billonarias y estamos compitiendo globalmente con países que tienen muy bajo costo de capital. Tenemos que preocuparnos de reducir las percepciones de riesgos e incertidumbres y en particular del riesgo país.

– ¿Cuáles han sido pueden seguir siendo los principales aportes de la UdeC al desarrollo del H2V?

-Lo primero es la formación de capital humano porque se requiere y además UdeC tiene un instituto profesional y un CFT entonces no solo se trata de capital humano avanzado, se trata de un nivel técnico con un rol muy importante a cumplir. Adicionalmente, ha demostrado capacidad de convocatoria de actores públicos y privados lo que es muy interesante tratar de mantener y dar continuidad a este proyecto y participar en la gobernanza de lo que viene a futuro.

– ¿La UdeC está iniciando un laboratorio de electromovilidad, podría complementarse con el desarrollo del H2V?

– Así es. La electromovilidad puede ser hecha donde la energía eléctrica puede venir del hidrógeno en vehículos a base de celdas de combustibles. Por ejemplo, hay cierto tipo de vehículos para los puertos con cargadores frontales que da la impresión que funcionan mejor con H2V que solo eléctricos porque tendrían mayor disponibilidad de tiempo de operación donde sería ideal que la universidad pilotee opciones en ambos sentidos, eléctricos puros y de H2V.

– ¿Cuáles son sus proyecciones más relevantes?

– Los primeros escalamientos de nivel industrial probablemente tomarán lugar en Magallanes donde la disponibilidad del recurso eólico es extraordinaria y con un factor de planta muy bueno. Eso facilitará la operación de electrolizadores y producirá amoniaco para exportar. Lo que ocurra en Biobío, está muy condicionado a la acción que pueda tomar Enap, porque efectivamente si acelera el tema y se forma el hub y la gobernanza, podremos ver en los próximos años el pilotajes de varias iniciativas en distintos ámbitos industriales de esta zona. Diría que es una industria que madurará alrededor del 2030 porque aún hay desafíos en el costo de los electrolizadores y se está avanzando en las regulaciones y es de tal envergadura el impacto, que bien vale la pena hacer el esfuerzo.

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