El aumento en la tasa de productividad es una de las metas que tiene el Gobierno para el 2022 y esperan que el proyecto de reducción de la jornada laboral no la afecte.
La primera Cuenta Pública del Presidente Gabriel Boric confirmó que se comienza a marcar el camino de la reducción de la jornada laboral a 40 horas semanales, de hecho, la ministra del Trabajo, Jeannette Jara, adelantó que pronto ingresarán indicaciones a la moción parlamentaria, que está en segundo trámite en el Senado.
Cabe destacar que ese proyecto fue originalmente impulsado por la ministra Secretaria General de Gobierno, Camila Vallejo, cuando era diputada en 2017.
“Nuestro Gobierno está comprometido con la promoción del trabajo decente, que garantice un ingreso justo, un ambiente de trabajo seguro, el reconocimiento de los derechos laborales individuales y colectivos, y la protección social para sus familias”, señaló el mandatario.
Luego que el Presidente anunciara que los Ministerios de Economía y Hacienda prepararán, en base a las recomendaciones del Consejo Nacional de la Productividad, una agenda de reformas microeconómicas y financieras con el objeto que la productividad vuelva a crecer a tasas del 1,5% anual, el titular de Hacienda, Mario Marcel, aseveró que el gobierno buscará que el proyecto que reduce la jornada laboral a 40 horas no afecte dicha meta.
En este sentido señaló que se debe evaluar cuáles son esos espacios de adaptabilidad y, al mismo tiempo, asegurar el respeto por los derechos de los trabajadores. “Eso es lo que es necesario equilibrar, esta es una reforma que se hace con el propósito de permitir un mejor balance entre trabajo, vida familiar pero que eso no afecte el empleo ni la competitividad de la economía”, sostuvo el secretario de Estado.
“Por una parte, podría afectar los ingresos, ya que es altamente improbable que exista una disposición de los empleadores a pagar un mismo sueldo por una jornada menor -especialmente en aquellas empresas que deban aumentar sus costos contratando mayor personal para cubrir horarios que antes de la reducción de jornada tenían cubiertos con sus trabajadores-; y por supuesto, podría repercutir en la productividad, que lo más esperable es que se vea reducida en forma proporcional, al menos inicialmente y en tanto no transcurra un periodo de adaptación”, Pablo Cifuentes, socio de CBC Abogados, respecto de las preocupaciones que existen alrededor de la iniciativa de las 40 horas.
Asimismo, el abogado hizo hincapié en el actual contexto en el que se debate este proyecto, considerando el escenario social y económico que enfrenta el país. “En suma, esta medida que ya era compleja en 2017, cuando se ingresó a discusión un proyecto que la impulsaba, hoy resulta aún más difícil, debido al impacto económico de la crisis sanitaria y la creciente inflación, con lo que cualquier iniciativa en esta dirección debiera incorporar gradualidad en su aplicación, así como estímulos adicionales a la inversión, que se podría ver desincentivada”, cerró Cifuentes.