Reforma Tributaria: los pro y contras de la “desintegración” para las pymes

10 de Mayo 2022 | Publicado por: Edgardo Mora
Fotografía: Contexto.

Homologación del régimen de tributación, sencillez de administración y asimilarse a países Ocde entre las ventajas. Desincentivar la reinversión, alta tributación de socios y alza de impuestos, los contras.

La Reforma Tributaria ha acaparado las miradas de economistas y empresarios no solo por los énfasis delineados recientemente por el ministro Marcel, sino que también por los impactos que traería la llamada “desintegración”.

Es por lo anterior, que consultamos con especialistas tributarios del área del derecho y contabilidad acerca de los principales pro y contras que implicarían para las pymes, este tipo de cambios.

Es así como Hugo Tapia Krug, abogado tributarista, socio de Tapia & Cía. explica en primera instancia y en términos simples la desintegración significa que los impuestos pagados por las empresas no podrán ser rebajados en contra de los impuestos personales de sus dueños.
Esta discusión no es nueva en nuestro país, considerando que este fue uno de los ejes centrales de la propuesta de reforma tributaria de Michelle Bachelet en el año 2014, y que terminó decantando en un sistema tributario semi-integrado, siendo este el que actualmente se encuentra vigente”, recuerda el abogado.

Desintegración para pymes

Tapia también aclara que la ley Sobre Impuesto a la Renta ha incorporado el concepto de desintegración para las pequeñas empresas, a través de regímenes tributarios tales como los antiguos 14 bis o 14 ter. y que actualmente, algo similar ocurre en el régimen de trasparencia tributaria (14 D, N° 8) al que pueden acceder voluntariamente pequeñas empresas que tengan dueños que sean contribuyentes de impuestos finales (principalmente personas naturales), donde la empresa está liberada de pagar impuesto de primera categoría, siendo sus dueños quienes deben tributar por esas utilidades con sus impuestos personales en el mismo año en que estas se generen.

Los Pro

Para el socio de Tapia y Cía., es posible ver que “para las pymes, un aspecto positivo de la desintegración puede ser la homologación del régimen de tributación al que se someterán, completando la carga impositiva total a las utilidades generadas por las pymes en el mismo año en que se generen”.

Por su parte, Patricio Gana, director de Ak Contadores, sostiene que como ventaja el sistema desintegrado es más sencillo de administrar.

Cristián Maldonado, asesor tributario, señala que sólo algo positivo en términos fiscales de recaudación, que “si lo destino a pagar nuevos sueldos del Estado tenemos un problema, pero si lo destinamos a gasto social, sin excluir clase media, tenemos un aporte”.

Para el asesor tributario, hoy se justifica la desintegración en asimilarnos a los países de la Ocde, “pero eso es ver sólo la mitad de la película, eso serian las obligaciones, pero cómo vamos con los derechos como contribuyentes en comparación a la Ocde, sería la gran pregunta”.

Los contras

Según el abogado, “los puntos negativos de esta propuesta apuntan a desincentivar la reinversión de las utilidades generadas por una empresa en ella misma”.

En este ámbito, el director de Ak Contadores plantea que sería una desventaja bajar la tasa de impuesto a las empresas, ya que la tributación final de los socios terminaría siendo demasiado alta.

Adicionalmente a lo anterior, Gana siente que como sociedad no tenemos el desarrollo o madurez suficiente para tener un sistema desintegrado.

Maldonado, en tanto, detalla que una desintegración tributaria, se convierte inmediatamente en un aumento de impuestos para todos aquellos que tienen actividades en primera categoría, “pagando, a modo de ejemplo, un 25% de impuesto a la renta y un 35% de impuesto global complementario como máximo (en el mejor de los casos), llegando a un total de 60% en impuestos”.