Delitos de mayor connotación social cada 100 mil habitantes se incrementaron en un 27.2% en diciembre de 2021. Menores ventas, alza de costos, menor acceso a bienes serían algunos efectos.
Balaceras en calle Janequeo, baleados en Barros Arana, Aníbal Pinto y Av. Prat han sido hechos violentos que aumentan la percepción de inseguridad en el corazón de Biobío.
Pero más allá de una percepción de inseguridad, según analistas regionales, existirían impactos económicos asociados al alza de los delitos antes mencionados.
Andrés Acuña, académico del Departamento de Economía y Finanzas de la Facultad de Ciencias Empresariales de la Universidad del Bío-Bío, explica que desde la perspectiva económica, la delincuencia se incrementa debido a que los desincentivos o costos por cometer un delito son relativamente bajos para el delincuente. “En nuestro país, estos menores costos por delinquir se deben a un diseño penal-institucional extremadamente garantista con quien comete el delito y que no protege a las víctimas. A su vez, el trabajo de Carabineros y PDI es condicional a las gestiones del fiscal, lo que coarta la proactividad y trabajo colaborativo de las policías y donde las causas investigadas no adoptan un enfoque territorial integrado de manera sistemática (por ejemplo, bandas que cometen el mismo delito en distintos puntos del país)”, afirma.
Cifras Asociadas
Según detalla el académico de la UBB, de acuerdo a los datos del Sistema Nacional de Información Municipal (Sinim), los delitos de mayor connotación social cada 100 mil habitantes se incrementaron en un 27.2% en diciembre de 2021 con respecto a igual mes del año anterior, cifra superior al 24.8% y 20.8% reportado a nivel nacional y provincial por la Subsecretaría de Prevención del Delito, respectivamente. “Si el gobierno local, como organismo representante del Estado, no genera medidas concretas contra la delincuencia, el comercio de la intercomuna se verá seriamente afectado y debilitará el proceso de recuperación económica”, enfatiza.
Por otra parte, agrega el académico de la UBB, “mayores niveles de delincuencia constituyen un fracaso en la provisión del bien público “seguridad ciudadana”, ya que en un sistema democrático como el nuestro es la ciudadanía quien le otorga el monopolio de la fuerza y el control público al Estado. Este fracaso, evidenciado en un incremento de aquellos delitos de mayor connotación social (ej., homicidios, violaciones), genera externalidades negativas y distorsiones en el normal funcionamiento de la actividad económica”.
Alza de costos
Este sentido, Acuña señala que los emprendedores y empresas deben desviar recursos propios para incrementar los niveles de seguridad como la contratación de guardias privados, mejoras en los cierres perimetrales o de ingreso, o modificación en los horarios de atención, cuyos costos necesariamente se traspasarán a precios. De igual modo, dice que los consumidores se alejan de aquellos puntos de venta más inseguros lo que podría generarles mayores inconvenientes en el acceso de bienes y servicios de menor valor, sobre todo si los canales de venta online no se encuentran masificados, generando una pérdida de bienestar en los hogares.
Construcción, forestal, comercio y turismo
En la visión de Andrés Ulloa, académico de la Facea de la Ucsc, indica que la inseguridad como la violencia, afecta rubros fundamentales que requieren la libre movilidad de las personas como construcción, forestal, comercio y turismo. “En turismo la gente comenzará ha hacerlo en otras comunas más seguras y el comercio en horas de menor peligro. Una actividad que se ve fuertemente perjudicada son las actividades nocturnas. La gente las reduce para evitar riesgo o las hace en barrios más seguros”, comenta.
A la vez, Ulloa expresa que todo esto trae una fuerte incertidumbre que reduce la inversión en nuevas actividades o en ampliaciones de las existentes. “Sobre todo en los barrios o comunas más afectadas. Por ejemplo, la provincia de Arauco se ha visto fuertemente afectada y ello seguramente redundará en menos inversión, menor empleo, emigración y una dependencia cada vez mayor del Estado”, concluye el académico de la Ucsc.
Por su parte, Daniela Catalán, académica de Ingeniería Comercial de la Universidad San Sebastián apunta a lo importante que es la certidumbre y la seguridad para todos, factores claves para el desarrollo de nuestra economía y la eficacia de las políticas económicas. Por el contrario, “vivir en una cuidad insegura genera una disminución importante del comercial local y tradicional y, por ende, en nuestra economía”.