Hay acuerdo que es una iniciativa a favor de la calidad de vida de los trabajadores, pero mientras unos postulan que no es el momento más adecuado, otros manifiestan lo contrario.
Las consecuencias económicas del conflicto en Ucrania no solo hicieron saltar las bolsas mundiales, sino que también provocó ciertas tensiones respecto de propuestas como la reducción de la jornada laboral a 40 horas semanales.
Así lo manifiestan gremios regionales, teniendo en consideración que el nuevo gobierno que asumirá en marzo impulsa esta iniciativa.
Alfredo Meneses, gerente general de la Asociación de Exportadores de Manufacturas, Asexma Biobío, afirma que “efectivamente, creo que no están las condiciones hoy día de las pymes para que asuman este desafío, aún cuando creemos que es una acción positiva que busca mejorar la calidad de vida de todos”.
A la vez, el gerente general de Asexma Biobío indica que hoy día las condiciones económicas en las cuales nos estamos desarrollando, con todas las incertidumbres vinculadas al conflicto bélico que “sin lugar a dudas impactará al país desde el punto de vista de los combustibles, lo que lamentablemente es otro insumo más que afecta la inflación, el gran flagelo que golpea al país, el mundo y las clases más desposeídas”.
Meneses añade que “deberíamos atender estas urgencias y poner mucho más cuidado o quizás poner en pausa el inicio de esta iniciativa, reconociendo que se trata de una propuesta que puede contar con muchas bondades, aunque quizás también la oportunidad hoy no es la adecuada”.
En esta línea, José Miguel Stegmeier, presidente de la Asociación de Agricultores de Biobío, Socabio y el Consorcio Agrícola del Sur, CAS F.G., sostiene que “este es el peor momento para iniciar una discusión relativa a reducir la jornada laboral en Chile.”
El dirigente gremial hace referencia a un escenario en que a todos los factores y circunstancias relacionados con la violencia del 2019, la pandemia y la incertidumbre política, ahora además se suma la guerra en Europa.
“Nuestros indicadores no son buenos. Tenemos recién una recuperación del empleo, pero no hemos recuperado productividad”, expresa Stegmeier y añade que primero debiéramos resolver estas materias y consecuentemente mejorar los índices de desempleo y de productividad, considerando además a los inmigrantes que vienen a buscar mejores condiciones de trabajo y de vida.
Humberto Miguel Cerda, presidente de la Asociación de Empresarios de San Pedro de la Paz, Asem, dice compartir inicialmente la idea de una disminución en la jornada laboral a 40 horas, que sin duda favorecerá la calidad de vida de los trabajadores y sus familias.
Sin embargo, el presidente de Asem también alude a que no es el único factor que se debe analizar, ya que esto significará un aumento en los costos de mano de obra que afectarán principalmente a las pymes.
“Cualesquier disminución, tiene que ser en forma escalonada y obligatoriamente tiene que ir asociada a un aumento en la productividad, ya que esta se verá afectada por el solo hecho de la reducción horaria”, concluye Miguel Cerda,
Patricia de Bernardi, presidenta de Somos Pymes, adhiere a la idea sobre acortar las horas de trabajo e incluso informa que la mayoría de los socios de la agrupación ya cumple con las 40 horas, sin embargo hay que generar un cambio cultural en los horarios de desplazamiento y trabajo como lo hacen en otros países donde también se trabajan 40 horas.
Héctor Medina, presidente del Sindicato 1 de Huachipato, desde la perspectiva de los trabajadores, manifiesta que establecer la disminución de la jornada laboral de 45 a 40 horas es una propuesta razonable y positiva, obviamente, sin disminución del salario y sin detrimento en las condiciones laborales de las trabajadoras y trabajadores.
En cuanto a la oportunidad, el presidente del Sindicato 1 de Huachipato, estima que “no se relaciona directamente con el conflicto Ucrania –Rusia , por lo que el impacto en la medida no es tal en lo inmediato. Se mejora la calidad de vida de las y los trabajadores, aumenta la productividad y le da sustentabilidad a la empresa, logrando con la disminución de la jornada el equilibrio en el trabajo y el tiempo libre.