Mujeres, mayores de 55 años, y trabajadores del mundo agrícola han sido los más afectados desde la llegada de la crisis sanitaria al país.
Pese a que se ha visto una recuperación económica y social tras los peores meses de la pandemia, esta crisis sanitaria aún sigue vigente. Más allá de lo difícil que ha sido superar la enfermedad, el mercado laboral ha dado indicios de una importante recuperación. Sin embargo, las cotizaciones se han visto bastante golpeadas, sobre todo, en algunos segmentos etarios o laborales.
Según la Superintendencia de Pensiones, a octubre de este año, los cotizantes activos se contabilizaron en más de cinco millones y medio de chilenos, anotando casi un 10% más de los que se contaban hasta la misma fecha del año pasado, cuando la crisis sanitaria estaba marcando un peak de contagios.
Más allá de que la cifra es positiva, en comparación con el mes anterior, solo hubo un incremento de un 1%, lo que genera una alerta porque evidencia que aún hay temas por resolver.
De acuerdo a la misma Superintendencia de Pensiones y un informe elaborado por ProVida, las mujeres, los mayores de 55 años y trabajadores del mundo agrícola son los más afectados en materia de cotización por la crisis sanitaria.
Entre las principales conclusiones del documento, se informa que las personas entre los 55 y 65 años son las que tienden a tener una disminución en materia de cotizaciones. Solo un 38,8% de los afiliados cotiza en este tramo etario.
Además, este tipo de población es la que menor crecimiento ha experimentado en razón de salarios. Solo se ha visto un aumento de un 8%, en comparación al resto de la población que ha crecido un 11%.
Una de las principales complicaciones laborales para este segmento se enmarcan en los conocimientos tecnológicos y la digitalización laboral. Después de la pandemia el incremento de conocimientos en esta materia ha sido mínimo.
Respecto a las mujeres, el informe indica que el género ha sido sumamente afectado por la pandemia en materia de cotizaciones. Los datos muestran una baja de un 7% en la tasa de cotizantes, llegando al 37,9%, lo que se explica con el fenómeno de estar a cargo de los quehaceres del hogar durante la crisis sanitaria, sobre todo, con el cierre de los establecimientos educacionales como factor preponderante.
Por otro lado, los trabajos de menor remuneración fueron mayormente afectados durante la llegada de la Covid-19 y en ellos, las mujeres tienen una mayor tasa de desarrollo.
A nivel nacional, particularmente, en las regiones del país, se vio un descenso la tasa de cotizantes. La baja fue de un 45,3% debido al impacto de la crisis sanitaria en el mundo agrícola.
Una de los incentivos para los trabajadores ha sido el IFE Laboral del Ministerio del Trabajo y Previsión Social que recoge los requerimientos derivados de la población más afectada para dar una motivación a los trabajadores y trabajadoras.
El beneficio, que está destinado a trabajadores de entre 24 y 55 años ha entregado el 50% de la remuneración bruta mensual con tope de $200 mil. Mientras que a jóvenes de entre 18 y 24 años, y mayores de 55 años se les otorga el 60% de su remuneración bruta mensual con tope de $250 mil.
Quienes postularon entre noviembre de 2021 y lo hagan en enero de 2022 tendrán derecho a recibir hasta 3 meses de pago, siempre que permanezcan empleados. Quienes postulen en febrero o marzo podrán recibir hasta uno o dos pagos siempre que se mantengan empleados.