Nueva alza histórica de TPM no sería la última y frenaría precios en 2022

16 de Diciembre 2021 | Publicado por: Edgardo Mora
Fotografía: Archivo

Principales impactos esperados y mayormente internalizados por el mercado serían menor inversión y solicitudes de hipotecarios. También, prevén un freno a la economía, efectos en el tipo de cambio y pymes con aún menos acceso a bancos.

Pese a que la nueva alza histórica en la tasa de interés por parte del Banco Central marca otro récord, analistas regionales prevén que continuará subiendo lo que, entre otros impactos, haría bajar los precios a partir del próximo año y frenaría en general la economía.

El incremento de la TPM queda así en un 4% con posibilidades de volver a subir si los precios no logran bajar tras la drástica medida del Instituto Emisor.

Claudio Parés, economista de la Universidad de Concepción sostiene que la decisión del ente controlador de la inflación retrasará parte de la inversión, “tan necesaria para una recuperación sólida y además, obligará a muchas familias a postergar el sueño de la casa propia”.

Los impactos asociados a esta nueva alza de tasa serían en la visión de Parés “parte del costo que tenemos que pagar para mantener el valor de la moneda nacional y evitar que la inflación siga subiendo”.

En tanto, Mauricio Gutiérrez, doctor en Economía Financiera y Contabilidad, de la Universidad Complutense de Madrid y académicos de la Face de la Universidad del Bio-Bio (UBB) señala que aumentar la TPM en 125 puntos base “es una medida esperada por el mercado y los agentes económicos de alguna manera ya la habían internalizado”.

A la vez, el académico de la UBB dice que la nueva tasa de 4% “surge como una especie de freno a la economía dadas las altas tasas de inflación cuyo indicador anual está en torno al 6,5%”.

Gutiérrez explica que “como aumenta la liquidez por los motivos que ya todos conocemos (retiros, IFE, entre otros) y la economía no está produciendo lo que se requiere, en ese caso, las deferencias se ajustan por precio”.

Respecto de los efectos en la economía regional, el profesor de la UBB plantea que seguiría la misma lógica de las consecuencias macroeconómicas como son “freno a la economía, menor inversión y por lo tanto mayores costos financieros junto con impactos a mediano plazo sobre el tipo de cambio sin dejar fuera lo que produce la actual incertidumbre vinculada a las próximas elecciones presidenciales, lo cual es captado por el mercado”.

Andrés Ulloa, académico de la Facea de la Universidad Católica de la Santísima Concepción prevé que probablemente los principales efectos sean en los créditos de corto plazo como los de consumo o aquellos que adquieren básicamente empresas pequeñas a uno o dos años plazo cuyos costos van a subir”.

Ulloa espera que los precios suban a menor velocidad y la inflación ceda un poco entre enero, febrero y marzo de 2022 lo que sería un alivio importante para los más vulnerables que son los que más sufren con la inflación.

Karin Bravo, directora de Postgrados de la Universidad San Sebastián repara en que desde julio de este año, donde tímidamente la TPM subió de 0,5% a 0,75%, se proyectaba que endeudarse comenzaría a ser más caro.

Bravo agrega que es altamente probable un frenazo en la colocación de créditos hipotecarios en lo que viene para el 2022 y que cualquier inversión a largo plazo que necesite financiamiento puede requerir re evaluación a las nuevas tasas.

Además, la directora de Postgrados de la USS, espera que, “con esta alza, los consumidores evalúen sus decisiones de compra, y el consumo vuelva a sus niveles pre pandemia, pues el efecto de los retiros de las AFP generó un sobreconsumo que era irreal respecto a nuestros ingresos permanentes y que no era sostenible en el tiempo”.