Los pasos para impedir las prácticas anticompetitivas en mercado del gas

Se diagnosticó una baja intensidad competitiva entre los actores del mercado, quienes no traspasan completamente sus reducciones de costos a los consumidores.

Una nueva distorsión de mercado fue lo que detectó un estudio de la Fiscalía Nacional Económica (FNE), que abordó los segmentos de gas licuado y de gas natural en el período comprendido entre 2010 y 2020 y concluyó que en ambos segmentos el precio de este combustible es superior al que debería existir en un mercado competitivo.

Cabe recordar que el Fiscal Nacional Económico, Ricardo Riesco, detalló que cada año los consumidores nacionales pagan en total, de manera agregada, US$ 181 millones en exceso por el gas licuado que se consume en Chile.

Lo concluido es lapidario: en el mercado del gas licuado, que es utilizado en 80% de las comunas del país, esto se traduce en un sobreprecio de 15% por cada balón, producto de la baja intensidad competitiva entre los actores del mercado, quienes no traspasan completamente sus reducciones de costos a los consumidores, detalló.

Recomendaciones

La FNE estima que, de acogerse sus recomendaciones, el precio de venta al público de cada cilindro de gas licuado debiese disminuir alrededor de 15% y que el precio del gas natural que pagan los clientes de Metrogas debiese bajar entre 13% y 20%.

¿Qué se propone?

En el caso del gas licuado, propone prohibir que Abastible, Lipigas y Gasco puedan vender gas licuado o GLP a los clientes finales.

“Si se hace eso, los distribuidores mayoristas de gas licuado tendrán que empezar a esforzarse nuevamente por lograr que los distribuidores minoristas quieran vender sus cilindros o balones de gas. Y eso lo tendrán que hacer, necesariamente, ofreciéndoles un menor precio que sus competidores.

De esta forma el proyecto de acuerdo solicita al Ejecutivo, aplicar estas tres recomendaciones de la FNE.
Y esto dio origen a un proyecto de ley que propone desintegrar la distribución minorista de la distribución mayorista de GLP. Esto significa prohibir por cualquier vía, ya sea directa o indirecta, la participación de los distribuidores mayoristas en el mercado de distribución minorista de GLP.

También establecer una regulación detallada, sea a nivel legal o reglamentario, de la forma de funcionamiento del acceso abierto a las redes de transporte de GN.

Y derogar el artículo 33 de la Ley de Servicios de Gas y el artículo 12 transitorio de la Ley Nº20.999, junto con agregar una norma, que establezca que el cálculo de rentabilidad considere todo el grupo económico verticalmente integrado.

Para el académico de Programas Advance de la Facultad de Ingeniería y Tecnología USS, Marcelo Gutiérrez, las razones pueden tener múltiples orígenes, desde una inadecuada fiscalización del mercado, así como también la necesidad irreversible de uso en los hogares chilenos. “En este contexto, el problema no se resuelve emitiendo prohibiciones respecto a quienes pueden o no comercializar el producto, sino más bien en el cómo se comercializa, impidiendo actualmente el ingreso de nuevos oferentes al mercado. Lo anterior ha provocado que los consumidores finales absorban directa y totalmente las alzas desmedidas del producto final, dado que no tienen otra opción”.

“Las colusiones siempre van a existir”

El economista de la UDD, Carlos Smith, celebró que la institucionalidad está más fuerte, en relación a este estudio de la FNE, que detecta prácticas anticompetitivas que para el académico, siempre van a existir, de ahí la importancia de la fiscalía.

Smith recordó que el mercado chileno es pequeño, lo que propicia mercados concentrados, porque bastan un par de empresas grandes para cubrir la demanda, y en estos casos, dijo, la aparición de conductas anticompetitivas son más probables.
En cuanto a los desafíos, dijo que aumentar las sanciones y tener un mayor poder fiscalizador, porque son estudios bien complejos y podrían así aumentar su cobertura a otros mercados y en forma más rápida.