Con inflación en 3%; inversión y ahorro de 20% del PIB junto a una carga tributaria acorde con el crecimiento. La idea es que se ajuste de acuerdo a la productividad.
Para lograr un sueldo mínimo de $ 500 mil según analistas regionales se requieren de particulares condiciones económicas previas, partiendo por una inflación controlada.
Así lo señala por ejemplo, Andrés Ulloa, académico de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad Católica de la Santísima Concepción.
“Asumiremos que los 500 mil son reales. Si es así, el tema de la inflación es clave. Esto implica tener bajas tasas de inflación de 3% o menos en tendencia”, afirma el académico de la Ucsc.
Adicionalmente, en la visión de Ulloa debería haber niveles de inversión y ahorro superiores al 20% del Producto Interno Bruto junto con una carga tributaria acorde con la tasa de crecimiento.
“Es muy complejo porque implica más bien, bajar impuestos que subirlos. Especialmente, el impuesto a las empresas que está muy alto respecto al promedio Ocde, pero a su vez, esto no es acorde con otras alzas que se vienen, en particular, el aumento de cotización previsional y reducción de las horas trabajadas,” asegura el ex decano de la facultad ubicada en el campus de San Andrés.
Luis Méndez, académico de la Facultad de Ciencias Empresariales de la Universidad del Bío-Bío y director del Observatorio Laboral Biobío plantea que para la fijación del salario mínimo siempre se produce una negociación algo tensionada. “Los trabajadores aspiran a un salario lo más alto posible, las empresas a uno no demasiado alto y el Gobierno y el Parlamento tratando de buscar un acuerdo que sea viable”.
Desde el punto de vista del interés de la sociedad en su conjunto y siguiendo algunos criterios más económicos que políticos, lo recomendable, indica Méndez, es que los reajustes del salario mínimo sean de acuerdo a los incrementos de la productividad.
El director del Observatorio Biobío recuerda que en el pasado en Chile, y en muchas partes del mundo, la tendencia era reajustar según los incrementos de la inflación. Ello parece razonable para proteger los salarios de los trabajadores de los aumentos en los precios, sin embargo aunque aparentemente justo, esto tiene el inconveniente que se transforma en una espiral de precios-salarios y en el corto plazo los aumentos salariales vuelven a a traspasarse a los precios con el consecuente daño para los propios trabajadores. De allí que lo prudente sea reajustar pero siguiendo los incrementos de productividad.
Daniela Catalán, académica de Ingeniería Comercial de la Universidad San Sebastián sostiene que un sueldo mínimo de 500 mil pesos sin duda es una loable idea que generaría un aumento del ingreso disponible de algunos trabajadores, pero sólo de algunos.
“Elevar el sueldo mínimo a ese valor generaría rigideces en el mercado laboral que provocarían que, en el contexto que estamos viviendo, muchas empresas pequeñas se vieran en la obligación de contratar a menos trabajadores al no ser capaces de responder a esta obligación. Por tanto, si hablamos hoy de viabilidad de esta iniciativa, considero que por las circunstancias que enfrentamos es muy poco factible”.
Entonces, ¿en qué condiciones sería viable?. Catalán responde que “en una economía con crecimiento igual a lo proyectado, desempleo e inflación estable y controlada, que el mercado internacional se encuentre a su vez creciendo, lo que permita nuestra reactivación económica y las de las pequeñas y medianas empresas. Asimismo, es fundamental tener mayores certezas que promuevan la inversión y flujos de capitales hacia nuestro país. Por tanto, es necesario que como economía nos encontremos fuertes y estables”.