Según economistas, la proyección para 2022 es de una expansión que rondará entre el 1% y el 3,5%. Las claves para el avance serían la inversión y el empleo que pueda generar el Gobierno que gane las elecciones del 21 de noviembre.
Durante este año la economía nacional ha tenido bastantes altos y bajos. Sin embargo, en los últimos meses se ha registrado un importante crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), que por sexto mes consecutivo creció dos dígitos, pese a que bajó la velocidad.
Esta desaceleración no fue determinante, porque de igual manera se superaron las expectativas del mercado. Según el Banco Central, el Índice Mensual de Actividad Económica (Imacec), se expandió en casi un 15,6% durante septiembre respecto al mismo lapso del año anterior.
La explicación de este crecimiento se debe a la mayor apertura que ha tenido la economía respecto al control de la pandemia, que es uno de los factores determinantes de la crisis económica. Además, irrumpen como factores, las medidas de apoyo económico entregadas por el Gobierno, los retiros de fondos previsionales y la menor base de comparación de hace un año atrás.
En la producción (que mejoró 7,5% anual) el motor fue el resto de bienes (19,5%) asociado al desempeño de la construcción y la industria manufacturera.
En otro escenario, la minería anotó un descenso de 6,7%, llevando consigo un arrastre a la producción de bienes. Mientras tanto, el comercio registró una moderación con un aumento anual de 20,3% y de 0,4% durante el mes.
De acuerdo a lo señalado por economistas, este cierre de año registrará una expansión del PIB entre un 11% y un 12,5%, incluido un desempeño para el tercer trimestre que se mantendrá entre márgenes de desempeño para el tercer trimestre entre un encuadre entre el 8,5% y el 13%.
“Esa expansión y crecimiento altísimo se debe a la demanda que hemos tenido durante este año. Estamos creciendo más que China si sacamos algunos factores de análisis. Es algo impensado. Sin embargo, lo que está pasando es que la base de comparación es baja. El año pasado la economía decreció. Por lo tanto, crecer a altas tasas implica crecer desde más abajo. Aun así, estamos creciendo bastante por el mayor consumo. Eso ha generado mayor inflación”, comentó el economista de la Universidad del Desarrollo (UDD), Carlos Smith.
Lo que viene en 2022
Respecto a lo que ocurra el próximo año, se espera un crecimiento mucho menor porque “no debieran” haber ayudas estatales como el IFE, retiros o los bonos del Gobierno. “Esto se va a moderar y la base de comparación será muy alta entre un año y el otro. Compararemos el año que viene con este que ha sido de mucho crecimiento, entonces crecer mucho más será difícil”, indicó Smith.
En ese orden, la inversión jugará un rol importante en ese menor crecimiento para el otro año. “La inversión es la que genera empleos de largo plazo. Habrá menos inversión por la incertidumbre, las mayores tasas y la falta de proyectos rentables. Se está divisando en los dividendos que se están pagando. Hoy no hay proyectos para reinvertir. Esa menor inversión golpeará al empleo a futuro”, cerró el economista.
El escenario se podría tornar complejo no solo para el próximo año, sino que para el futuro porque “sin dudas, habrá falta de inversión”.