Pandemia hizo retroceder diez años inclusión femenina en mercado laboral
03 de Noviembre 2021 | Publicado por: Javier Ochoa
La presencia de las mujeres en la fuerza de trabajo cayó de 53% en 2019 a 46% en 2020. A su vez, la brecha de participación laboral entre trabajadoras y trabajadores aumentó de 21% a 23%.
En Chile, la participación de las mujeres en la fuerza de trabajo cayó de 53% en 2019 a 46% en 2020, lo que representa un retroceso de 10 años en cuanto a la inclusión de la mujer en el mercado laboral. A su vez, la brecha de participación laboral entre mujeres trabajadoras sobre hombres trabajadores aumentó de 21% a 23% en el mismo periodo, marcando un retroceso de 4 años.
Parte de los resultados del último Informe de Género de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), que midió los efectos de la pandemia. Si bien da cuenta que en general se han acortado las brechas entre hombres y mujeres, éstas persisten en algunos ítems, como el monto otorgado en créditos.
Asimismo, el informe da cuenta de que la pandemia del Covid-19 tuvo impactos disímiles en el acceso de las mujeres a los productos de crédito durante 2020, siendo especialmente significativa en la cartera comercial, donde la brecha de acceso se incrementó de 8 a 36 puntos en el último año.
Así, la relación entre deudoras bancarias mujeres versus hombres pasó de un 56% en 2002 a un 103% en 2020. Esto significa que por cada 100 hombres que tienen un crédito bancario, hay 103 mujeres que poseen dicho producto.
En el mismo período de 2002 a 2020, la cobertura poblacional del crédito para las mujeres, medida como porcentaje de la población adulta con créditos vigentes, pasó de 16% a 38%.
También se observó que la deuda bancaria de las mujeres posee, de manera persistente, un componente habitacional mayor que la de los hombres.
Consistente con lo anterior, las mujeres presentan una demanda más activa que los hombres en productos de ahorro para la vivienda. Por su parte, los hombres exhiben un componente comercial porcentualmente mayor al de las mujeres.
“No podemos desconocer la evolución positiva que se ha generado desde el año 2002, ya que la CMF entrega cifras contundentes: mientras en el año 2002 había 56 mujeres por cada 100 hombres que tenían un crédito bancario, al año 2020 esa cifra subió a 103 mujeres por cada 100 hombres. Hay que ser cuidadosos al interpretar estas cifras, porque más que promover el endeudamiento, lo que se busca es que las mujeres tengan similar acceso a un financiamiento bancario y formal. Nos quedan desafíos, y ellos tienen que ver con los montos a los cuáles las mujeres pueden acceder en el sistema financiero. En promedio las mujeres tienen menores ingresos que los varones lo que condiciona la línea de crédito o monto al que pueden acceder”, sostuvo la directora de Postgrados de la USS, Karin Bravo.
Y añadió que además se requiere contar con empleos estables para que las mujeres puedan acceder sin aval al mercado financiero, y es un tema que también esperamos se regularice en los próximos meses, considerando que producto de la pandemia se perdieron muchos puestos de trabajo, y mujeres debieron optar por el cuidado del hogar saliendo del mercado laboral formal. “La reactivación económica que estamos teniendo debe considerar entonces el fomento a la contratación de mujeres, como actualmente está ocurriendo con el Programa Bono al Trabajo Mujer del Sence”.