Valor del barril de petróleo, no ser un país productor y la incertidumbre del mercado complican el descenso de los precios, que aún están lejos de estabilizarse.
El jueves, por novena semana consecutiva, los precios de las bencinas registraron una nueva alza. Tras el informe entregado por la Empresa Nacional del Petróleo (Enap) se dio a conocer que las gasolinas de 93 y 97 octanos y el diésel aumentaron $6,3 por litro.
Además, la empresa nacional aprovechó de informar que ellos no regulan ni fijan los precios de los combustibles en el mercado chileno, dado que su rol es “únicamente de comercializador mayorista de estos productos”.
La mayor demanda mundial y la reactivación del mundo ha sido mucho más rápida que producción, que está manejada por la Opep, que no ha aumentado lo suficiente la producción en pandemia. Esto ha hecho que suba el precio del petróleo y ha generado una repercusión en todos los derivados.
El panorama parece ser complejo porque la tendencia se marca en alza y el futuro de los precios es toda una incertidumbre.
Pese a que no hay mucha claridad al respecto, los especialistas creen que el fenómeno que está dejando severas consecuencias en algunas ciudades del país, seguirá con un incremento de los precios de los necesarios combustibles.
“Las estimaciones nacionales e internacionales permiten indicar que los precios seguirán subiendo. Lo acontecido durante los últimos días de esta semana nos hace creer que el barril llegará a costar US$100. Esto seguirá incrementando los precios y hará mucho más difícil la estabilización. Consideremos que en Chile nos vemos toda el alza como en algunos partidos europeos”, comentó Carlos Smith, economista de la Universidad del Desarrollo (UDD).
Agregó que el país seguirá viendo este aumento, incluso, cuando bajen los precios. “Veremos el alza por un buen tiempo porque asumiremos las alzas anteriores. Es más lento para subir, pero siempre sube, y si bajan, también serán lentos para bajar. Si bien, estamos más estables que otros países, la perspectiva es que sigan creciendo”, señaló el académico.
Las consecuencias del alza están a la vista y el bolsillo de los chilenos lo sentirá por un periodo de tiempo que, por el momento, es indeterminado.
“Este fenómeno es complejo para la economía nacional, y por consiguiente, para la economía regional, como lo estamos viendo en algunas ciudades, porque nosotros no producimos petróleo. Al no ser productores, la situación se agudiza mucho más. Por lo tanto, eso hace que tengamos que exportar casi todos los combustibles fósiles que tenemos. Eso encarece una infinidad de procesos productivos y esto hace mucha más presión en los precios dejando consecuencias importantes por todo lo que sabemos que provocan situaciones como esta”, indicó Smith.
Ante esta situación, Enap informó que para la semana en curso que “considerando la regla de Precio de Importación, el Mecanismo de Estabilización de Combustibles (MEPCO), el Fondo de Estabilización de Precios del Petróleo (FEPP) y los mecanismos establecidos por la autoridad, por séptima semana consecutiva todas las bencinas suben en 6,3 pesos por litro”.