Economía y Negocios

Las definiciones gremiales de Biobío frente a los desafíos de la COP 26

Carácter de urgencia es lo que rodea esta nueva cumbre climática. Las expectativas van de la mano de los eventuales, pero necesarios compromisos de los grandes emisores, como Estados Unidos y China.

Por: Javier Ochoa 30 de Octubre 2021
Fotografía: Jose Leniz G.

El último informe del IPCC es claro en indicar la urgencia en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) si queremos evitar que el planeta se caliente en mas de 1,5 grados, pues el gran riesgo es calentarse mas de 2 grados, ya que en ese caso hay mas probabilidades que el planeta se desestabilice aun mas. ” Incluso advierte el informe estamos observando cambios irreversibles en nuestra generación”, advirtió el director del Centro de Ciencias Ambientales, Eula Chile, Ricardo Barra..

“Es por ello la urgencia del llamado a reducir emisiones, y este llamado debe hacer por supuesto mayor eco en aquellos países que son los mayores emisores de gases como China Estados Unidos, India, Rusia etc. Si estos países y otros no nos comprometemos a reducir las emisiones en forma mas ambiciosa y acelerada que lo que se ha hecho hasta ahora, entonces la cumbre habrá fracasado. Pero para que esto sea efectivo se debe promover el financiamiento, las políticas publicas y las transformaciones tecnológicas que se deben impulsar para alcanzar dicho objetivo ambicioso. Existen para ello grandes demandas de países en vías de desarrollo que permitan mitigar las emisiones haciendo una transformación primero del sistema energético, luego del sistema de producción de alimentos y de los cambios al patrón clásico de producción de la era industrial basada en la quema de petróleo y carbón”.

Barra recordó que hay una discusión que tiene que ver con los mercados de carbono y otros mecanismos económicos necesarios para llevar adelante estas transformaciones, como la eliminación a los subsidios de los combustibles fósiles (como el impuesto al diésel en Chile) que se deben ratificar en la COP y sobre la cual no ha habido acuerdos, por los inumerables intereses involucrados y los impactos en los consumidores e industria.

“El reconstruir nuestro sistema economico post Covid debiera ser una oportunidad para avanzar a la decarbonización, detoxificación y desacoplar las emisiones del crecimiento económico. Esto es fundamental. La buena noticia es que tenemos las tecnologías para ello, esto quiere decir que las soluciones hoy están disponibles para por un lado mitigar las emisiones y por otro lado adaptarnos a este nuevo escenario de un planeta mas cálido, con menos agua disponible y con mas eventos meteorológicos extremos, que estan significando enormes costos económicos públicos y privados. En ese contexto este año es especialmente crucial, con las próximas reuniones de la convención sobre el clima (COP26) y la biodiversidad, donde los gobiernos deben proponer objetivos sinérgicos y ambiciosos para salvaguardar el planeta, reduciendo casi a la mitad las emisiones de gases de efecto invernadero en esta década, conservando y restaurando biodiversidad”.

El investigador añadió que los planes de “recuperación verde” para las economías afectadas por la pandemia son una oportunidad imperdible para acelerar la transformación. Por ejempl, planteó, los gobiernos pueden incluir el capital natural en las medidas de desempeño económico, poner un precio al carbono y cambiar billones de dólares en subsidios de los combustibles fósiles, la agricultura no sustentable y el transporte hacia soluciones bajas en carbono y amigables con la naturaleza.

Qué dicen nuestros gremios

“Existe una sensibilidad distinta de trabajar por el medioambiente”

El gerente de la CPC Biobío, Ronald Ruf, sostuvo que “el inicio de la COP 26 nos abre una puerta como país para presentar los avances que en materia medioambiental y compromisos de carbono neutralidad que hemos alcanzado. La Región del Biobío es un polo de desarrollo para la generación de energía eólica y solar; ya se anunció que Bocamina II cerrará completamente su operación en mayo de 2022; la academia y las industrias están trabajado para producir hidrógeno verde. La normativa medioambiental se ha modificado y modernizado los procesos productivos de las empresas en la zona. Se han hecho inversiones en tecnología y también existe una sensibilidad distinta respecto a la necesidad de trabajar los temas medioambientales junto a la comunidad, considerando las necesidades de cada territorio y buscar soluciones en conjunto. Falta por hacer sin duda, hay un trabajo indispensable en materia del tipo de fuentes de energía de uso domiciliario, sobre todo en calefacción y es de esperar que la COP 26 nos de luces sobre el camino a seguir”.

“Los grandes emisores deben transitar a energías más limpias”

La jefa de Sustentabilidad de la Asipes. Monserrat Jamett Leiva, puntualizó que “En 2015 los países se comprometieron en el Acuerdo de París a reducir sus emisiones, pero lamentablemente esto no se ha visto reflejado en el escenario mundial actual de urgencia climática. Por otro lado, la pandemia también ha retrasado muchos de los compromisos de las naciones que han debido enfocar sus esfuerzos en la recuperación económica. Así, es fundamental que en esta cita los grandes emisores mundiales decidan transitar con urgencia hacia energías más limpias que permitan reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, pero que también se comprometa el financiamiento necesario para tomar medidas de adaptación que lleven a los países más vulnerables a ser más resilientes ante el cambio climático que hoy les afecta”.

“No podemos seguir produciendo a costa del planeta”

El gerente general de Asexma Biobío, Alfredo Meneses, dijo que la COP 26 es crucial no sólo para las economías, sino para la subsistencia de la raza. Creo que hoy revierte un carácter de urgencia por el enorme deterioro del planeta. Lamentablemente, Latinoamérica y El Caribe, se ve más impactado aun, porque de alguna manera sufre los rigores de los países industrializados. Quizás, como propuesta, debiéramos empujar a que todos los acuerdos de libre comercio que se celebren, sea de los denominados de última generación, es decir, que consideran el tema medio ambiental. No podemos seguir produciendo a costa del planeta, porque eso significa hipotecar la vida humana. Por eso, la COP 26 tiene una responsabilidad enorme, porque hoy el tema medio ambiental no es un tema de algunos, sino de todos”.

“Hay que acelrar medidas establecidas en acuerdos previos”

Para el economista de Corbiobío, Ariel Yévenes, la COP 26 “constituye una instancia de mucha relevancia mundial, en el marco de la necesidad urgente de enfrentar los impactos que la actividad humana vienen generando en el medioambiente. En este plano, lo más relevante en esta versión dice relación no tanto con las medidas generales que puedan acordarse, especialmente, desde las naciones más grandes y que más impactan en el medioambiente, sino que más bien acordar el cómo se acelera el avance en las medidas de las que ya se han hablado en versiones y acuerdos previos, lo que implica generar recortes más decisivos en las emisiones, generar una financiación más robusta para atender efectos climáticos en los países pobres y acelerar la transformación energética, que constituyen grandes ejes de trabajo estratégico para todo el orbe y en donde Chile por cierto no puede restarse”.

“Chile llega con autoridad moral para exigir a potencias”

El director ejecutivo de la Asociación Chilena de Energías Renovables (Acera), Carlos Finat, dijo que “Chile llega bien parado a la COP26, con una ley marco de cambio climático que avanza en su aprobación en el Congreso y una estrategia climática de largo plazo que respalda los compromisos de mitigación y de adaptación contenidos en los compromisos voluntarios, con el objetivo de lograr cero emisiones netas de gases de efecto invernadero a más tardar en 2050. Si bien las emisiones chilenas de GEI son un porcentaje menor del total de emisiones del mundo, el que Chile llegue a la COP26 con las tareas hechas le da a nuestro país la autoridad moral necesaria para exigir un mejor desempeño y mayores compromisos climáticos a las potencias económicas globales. Mi expectativa es que en la COP26 se logren compromisos vinculantes que aseguren las acciones concretas para comenzar la reducción real de las emisiones de GEI necesaria para cumplir con un alza de no más de 1.5°.

 

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