El personero reconoce que han habido avances, como los Fondos de Innovación para la Competitividad, pero se hace necesario más para llevar la ciencia al resto del territorio, ya que reconoce que la I+D es clave para el desarrollo económico.
Diario Concepción conversó con el encargado de Fomento e Industria de la actual Gobernación Regional del Biobío, Iván Valenzuela, para saber cómo analiza el actual momento económico y qué desafíos se proyectan para la región.
-¿Cuál es su diagnóstico del actual panorama económico y qué proyecta?
-Destaco el 18% del último Imacec que como se sabe está impulsado fuertemente por el sector comercio, seguido de producción de bienes y servicios, debido a la mayor liquidez, lo que impulsa el consumo.
Preocupa que el crecimiento no se proyecta en el tiempo, no más allá del 2,5% para 2022 y 2% para el 2023 según estimaciones del Banco Central.
-¿Y qué pasa con Biobío?
-Hoy no tenemos un indicador mensual de la Región. Sí tenemos información desagregada, pero sirve como referencia. Sí sirve como indicador, debido a nuestra economía abierta al mundo, los informes de exportaciones, ya que existe una correlación entre los envíos al extranjero y el crecimiento de Biobío. A julio, éstas han tenido un crecimiento positivo, con alza de 8,5%, y el principal sector, el forestal +6,8% y el principal producto, la celulosa:+34%. Entonces podríamos decir que Biobío también muestra crecimiento, pero no sabemos cuánto, sólo que será acorde con el país. Entonces ahí está el desafío, contar con información local en tiempo real sobre la marcha de la economía, de manera de ir pudiendo tomar acciones y tomar decisiones sobre políticas públicas basada en la información económica de los distintos territorios.
-Una muestra más del centralismo…
-Efectivamente, nosotros en el p lan de Gobierno del Gobernador Rodrigo Díaz, lo señalamos. Hoy hay mucha información de la Región del Biobío que está dispersa, pero no tenemos una información sobre la actividad económica propiamente tal. Pero si nos vamos a las comunas y provincias, la realidad es la misma.
-¿Pero con qué información cuentan?
-Sí sabemos que la región ha perdido puestos de trabajo y que éstos se han venido recuperando, pero con alta prevalencia de la informalidad. Por la pandemia, se perdió un peak de 140.000 empleos, de los cuales se recuperaron 66.000 en el trimestre móvil, pero un 65% desde el mercado informal. Esto se puede inferir a partir de los datos que entrega el INE. Otro ejemplo, son los 24.000 puestos de trabajo perdidos en el sector turismo producto del estallido social y la pandemia, de los cuales se han recuperado alrededor de 7.000, lo cual es muy bajo. Y lo peor es que no sabemos de qué comunas o provincias son. Por eso, creemos que con el apoyo de universidades se puede avanzar en este propósito, presentando proyectos y postulando a fondos, en unión con el Gobierno Regional.
“Tenemos que desarrollar una política regional de Ciencia y Tecnología consensuada entre academia, el Gobierno y el sector productivo. No sólo desarrollarla, sino implementarla. Ponerla al servicio de los habitantes de la zona. Pero lo primero es instaurar un comité para avanzar en esto y aprovechar las capacidades instaladas en la zona.
-Pero se necesita presupuesto para alcanzar estos fines
-Sí claro, por eso una de las demandas más importante tras la Cumbre de las Regiones fue, precisamente, el dotar de mayores atribuciones y recursos al resto del territorio.
-¿Y cómo se logra el anhelado desarrollo sostenible?
-Es preocupación de nuestro plan de acción, ya que la toma de decisiones de hoy deben tener puesta la mirada en las generaciones futuras. Tenemos que asegurar la disponibidad de recursos. Pero de nuevo, necesitamos más competencias para desarrollar planes propios. Tenemos entender que el proceso de descentralización está recién empezando y claramente necesitamos más competencias y poder desarrollar políticas distintas. y esto es un sentir desde todas las regiones. Un ejemplo, sería el traspaso de los servicios ligados al fomento productivo, para que estén al amparo de las necesidades regionales.