El Banco Central se la juega por contener la inflación ya desatada, y preocupa en especial el próximo año, cuando los estímulos fiscales cecen, y cuando la inversión será clave para reactivar la economía.
Imacec de +18,1%. Inflación de 4,8% y amenazando de sobrepasar el 6% este 2021. TPM de 1,5%. Todos datos que dan cuenta de la realidad macroeconómica chilena que por estos días está marcada por las temidas presiones inflacionarias.
Pero qué está ocurriendo. Y, más importante aun, ¿por qué?.
El académico de la Facea Ucsc, Andrés Ulloa, lamentó que las proyecciones no son buenas para los próximos años. La inversión muy deprimida, bajo ahorro, salida de capitales, aumento del tipo de cambio, inflación, lenta recuperación del empleo y bajo crecimiento de la economía para el 2022, son los aspectos del panorama económico que viene, dijo.
“Hay fuertes riesgos por alza del déficit fiscal y endeudamiento y alza en el riesgo país. Para el 2021 seguirá la recuperación y se terminará con un PIB cercano al 10%, que es básicamente recuperación y crecimiento fuerte de la demanda, pero para el 2022 se prevé un escenario mediocre”.
El economista de la Universidad de Concepción, Víctor Hernández, explica que la primera preocupación del Banco Central es contener la inflación, en su rango meta de 3%. Actualmente, la instancia proyecta un 5,6%, lo que fundamenta la reciente subida de Tasa de Política Monetaria a 1,5%.
“Sube la inflación por el exceso de liquidez a partir de los programas de ayuda social por parte de Estado, ante la imposibilidad de poder trabajar debido a las restricciones sanitarias, lo que en definitiva se tradujo en un aumento del estímulo fiscal”.
A eso, se suman los estímulos de política monetaria, a partir de tasas atractivas para generar flujos hacia las empresas. Pero, advierte Hernández, también hay que sumar los sucesivos retiros previsionales, que hasta el tercero ha significado una inyección de liquidez en torno a los US$50 mil millones.
“Entonces se produce un redireccionamiento, aumenta el gasto, producto de lo expuesto, aumentando también la demanda agregada, produciéndose el primer problema: cuando en una economía el gasto crece a un mayor ritmo que la capacidad productiva, se produce escasez de bienes. El mayor poder adquisitivo tiene un efecto inmediato”.
Entonces, añadió, las empresas se encuentran en la disyuntiva entre o producir más o subir los precios. “La práctica dice que en el corto plazo, es más difícil que las empresas readecuen sus procesos para aumentar la producción. Entonces se produce una disociación entre una mayor demanda y la producción que no va al mismo ritmo, generándose una brecha que produce presiones inflacionarias. A eso responde la encendida de alarmas por parte del BancoCentral, que a advierte que la inflación puede alcanzar el 5,7%, y se produce el cuarto retiro, lo más probable es que se sobrepase el 6%, o sea, el doble del rango meta del BC”.
El economista añadió que este escenario ha llevado a muchas empresas a operar a su máxima capacidad productiva, que es lo que ha sobrecalentado a la economía, razón que explica la baja de la TPM por parte del Central, lo que a juicio de Hernández, seguirá subiendo con miras al 2022.
En agosto de 2021, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) anotó un aumento mensual de 0,4%, acumulando 3,2% en lo que va del año y 4,8% a doce meses, de acuerdo a lo informado por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
Cabe recordar que el IPC Influye en la decisión de los presupuestos familiares, ya que según sea el caso, el valor del dinero dependerá de si el índice está bajo o alto, explica el economista de la Unab, Cristian Troncoso, quien añadió que hay implicancias más de tipo indirectas, pero no menos importantes, como lo es, la forma en cómo influye en las decisiones de los otros agentes de la economía.
“Por ejemplo, los agentes de producción. Ya que una perspectiva de alta inflación, contrae la decisión de inversión, lo que repercute no sólo en la cantidad de empleo, sino en la cantidad de bienes y servicios disponibles, lo que alimenta aun más que sigan subiendo los precios, por la escasez”.
Troncoso dijo que lo anterior, puede ser una consecuencia mucho más profunda que, por ejemplo, la subida de la UF, que se observa de manera inmediata, porque lo otro, afecta la capacidad productiva del país”.