Por primera vez el documento trae información territorial, que en esta ocasión advierte de un aumento en la inflación y recorta su expectativa de crecimiento.
En el último Informe de Política Monetaria (IPoM) del año el Banco Central recortó sus expectativas de crecimiento al rango de 10,5% y 11,5% en 2021 y advirtió que la inflación irá al alza.
Y en esta oportunidad sorprendió en forma inédita con información territorial, dando cuenta del comportamiento por zonas del país respecto a los efectos económicos de la pandemia. Así, la zona centro sur aparece como la que mejor hizo frente al escenario adverso, y cuya reactivación ha sido lenta pero sostenida, se constata en el documento.
Un escenario atípico en lo macroeconómico ha determinado que la decisión del Banco Central de Chile se subir en 75 puntos base la Tasa de Política Monetaria y dejarla en 1,5% haya sorprendido al mercado.
Claro se esperaba un ajuste al alza, pero no de esta magnitud, decisión que por lo demás, tomó la unanimidad del consejo.
Es que al parecer las presiones inflacionarias, producto del inédito estímulo fiscal (transferencias directas vía IFE) y los retiros previsionales son mayores que las proyectadas, de ahí que el instituto emisor decidiera dar una potente señal para restringir el consumo y propiciar el ahorro, fiel a su compromiso de mantener a raya la inflación en el rango meta de 3%, y que la actual coyuntura, hizo al BC proyectarla a 5,7% al cierre de este 2021.
Cabe destacar que una inflación alta, golpea con mayor fuerza a la porción más vulnerable de la población, con el encarecimiento de la vida en todos sus ámbitos.
De acuerdo al IPoM del Central, las proyecciones no son buenas para los próximos años. La inversión muy deprimida, bajos niveles de ahorro, salida de capitales, aumento del tipo de cambio, inflación, lenta recuperación del empleo y bajo crecimiento de la economía para el 2022.
“Hay fuertes riesgos por alza del déficit fiscal y endeudamiento y alza en el riesgo país. y para el 2021 seguirá la recuperación y se terminará con un PIB cercano al 10%, que es básicamente recuperación y fuerte crecimiento de la demanda, pero para el 2022 se prevee un escenario mediocre”, puntualizó el académico de la Facea Ucsc, Andrés Ulloa.
Por su parte, el economista de Corbiobio, Ariel Yévenes, explicó que la recuperación más generalizada que se está viendo en la economía global en general y también en Chile, es efecto de las reaperturas de operaciones de muchos sectores.
“Ello ha llevado a una reactivación económica más rápida de lo esperado, proyectándose ya en algunas grandes economías del orbe el próximo inicio de un paulatino proceso de retiro de estímulos económicos lo que, para una economía pequeña y muy extrovertida como la chilena, que se encuentra expuesta a los vaivenes económicos globales, abre el serio desafío de cómo lograr un ajuste económico interno que logre tanto adaptar la economía interna a las nuevas condiciones internacionales como desenvolver dicho proceso, sin que ello provoque necesariamente una caída brusca de demanda y una limitación al proceso de reactivación económica”.
El Imacec de julio de 2021 creció 18,1% en comparación con igual mes del año anterior. La serie desestacionalizada aumentó 1,4% respecto del mes precedente y 20,0% en doce meses. El mes registró un día hábil menos que julio de 2020.
Todos los componentes del Imacec crecieron respecto al mismo periodo del año anterior, destacando la contribución de las actividades de servicios. Este resultado se explicó, principalmente, por la menor base de comparación de julio del año anterior, la apertura gradual de la economía y una mayor adaptación de los hogares y empresas a la emergencia sanitaria asociada al Covid-19. Por su parte, el crecimiento del Imacec desestacionalizado fue explicado por el desempeño de los servicios y, en menor medida, del comercio, reflejando las menores restricciones a la movilidad de las personas respecto del mes anterior.