Analistas revisan impactos por alzas en gasto y deuda fiscal

16 de Agosto 2021 | Publicado por: Edgardo Mora
Fotografía: Diseño: Andrés Oreña.

Según consultados principales consecuencias apuntan a mayores tasas de interés, aumentos en costos de producción y servicios. Además, habrían cambios en la clasificación de riesgo junto con caídas en la inversión y el empleo.

La extensión del IFE, creación del nuevo IFE Laboral y la posibilidad de un cuarto retiro se suman a otras señales que vuelve a preocupar a especialistas sobre el gasto y la deuda fiscal. En 2019 habrían existido US$ 14 mil millones en el Fondo de Estabilización Económica y Social mientras que hoy este valor se habría reducido a US$ 4 mil millones.

Adicionalmente, hay que considerar el reciente retiro de US$ mil millones de este mismo fondo realizado este mes por parte del Ministerio de Hacienda y la proyección que el gasto se eleve desde el 30% a un 38% hacia fines de este año. Otra señal, comentada por un medio regional, tiene que ver con el retiro del 100% de las utilidades que realizaría la familia Matte en la empresa Cmpc, inversión que aún no se sabe si se mantendrá en el país.

Deuda pública

Claudio Parés, economista y director del Departamento de Economía de la Universidad de Concepción explica que para hablar de deuda pública, o de deuda en general, es necesario entender qué es y para qué sirve. En términos muy simples, señala que se trata de hacer ahora cosas y pagarlas después, es decir, adelantar planes confiando en que se podrá pagar un costo adicional en el futuro por hacerlo ahora ya. Eso es válido para créditos de consumo, inversiones e incluso deuda pública, afirma.

Agrega que el hecho que la deuda fiscal en Chile llegue a un 40% no dice mucho, así, como dato solo, sino que se debe analizar en el contexto de que, por un lado tienes países con niveles de deuda mucho mayores y que no tienen problemas financieros, aunque, por otro, “significa un tremendo aumento de la deuda del país en un corto tiempo”, a la vez que hace la pregunta: ¿Tiene el país capacidad de pagar esa deuda?

Ingresos y gastos fiscales

Parés responde a la pregunta anterior de esta manera: “depende de la estructura de la deuda y de la estructura de los ingresos y gastos fiscales”. El problema viene por el lado de la estructura de ingresos y gastos, alerta el economista.

Advierte que el Estado chileno ha ido acumulando una serie de compromisos (gasto fiscal) que, aunque son importantes para las familias, necesitan financiarse con actividad (económica) e ingresos fiscales (o con deuda).

Control fiscal

En este punto, expresa que preocupa que la Constitución actual tiene mecanismos explícitos de control de la deuda (fiscal) y eso ni siquiera ha aparecido en la discusión de la Nueva Constitución.

Plantea que a muchos les inquieta la autonomía del Banco Central, pero “no he escuchado a nadie hablar del control fiscal que debería aparecer en la Constitución”. Es un tema incluso más importante, pero también más controversial. “Eso es lo que hace surgir dudas, más allá de que en el corto plazo la deuda parezca muy alta: no sabemos si seremos capaces de retomar el control fiscal para hacer honor a nuestros compromisos”, enfatiza el economista.

Impactos esperados

Respecto de los efectos que trae la falta de un control fiscal (o un gasto fiscal elevado) el académico de la UdeC menciona que podría empezar a subir la tasa de interés, lo que repercute negativamente en el consumo, la inversión y el empleo, es decir, en la actividad económica en general.

Andrés Ulloa, académico de la Facea de la Ucsc apunta a que elevar la deuda pública sabiendo que puede subir aún más y no hay certezas de disminución en un futuro cercano, impactaría el riesgo y con eso, aumentaría el costo del endeudamiento para todos los chilenos, ya sean personas naturales o empresas junto con alzas en los costos de producción y servicios y también en el empleo. Las postura de Francisco Gatica, académico de la Facultad Ciencias Empresariales de la Universidad del Bío Bío, es que Chile tiene una deuda pública manejada en forma racional.

Detalla que en 2017 el porcentaje de deuda pública sobre PIB fue de 23,61%; en 2018 de 25,62%; el 2019 de 28,2% y 2020 se alcanzó un 32,54%. Por tanto, la tendencia ha sido de crecimiento anual del orden de 2 a 5 puntos porcentuales indica Gatica.

En la medida que el País crezca el 2022 y el precio del cobre se mantenga alto la velocidad de crecimiento de la deuda pública sobre PIB debería acortarse al histórico, proyecta el académico de la UBB.