Pasar tiempo familiar compartiendo juguetes desarrolla las habilidades y valores de los niños a la vez que se divierten juntos.
¿Recuerdas cuando eras pequeño y jugabas en familia? Según los expertos, estos son los recuerdos más intensos que tenemos de adultos. Sobre todo, el tiempo que padres e hijos juegan juntos. Se recuerdan porque fueron momentos divertidos, pero también porque proporcionan seguridad en uno mismo, confianza en los demás y fortalecen el vínculo familiar. Cuando compartes con tu hijo sus juguetes estás ayudándole a desarrollar sus destrezas motoras, cognitivas, sociales y emocionales.
Además, los juegos en familia ayudan al niño a conectar con el mundo, a saber resolver problemas relacionales y a comprender el valor de las normas. Todo mientras se siente querido y se divierte.
¿Has investigado qué juegos comprar para compartir en familia?, te habrás dado cuenta de que existe una variedad enorme. Para ayudarte a escoger el que mejor se adapte a tus pequeños, te dejamos esta clasificación de tipos de juguetes y sus características.
Están formados por piezas que pueden encajarse o superponerse. Son muy divertidos para pequeños y adultos pues todos pueden dejar volar la imaginación y crear diferentes estructuras. Además, estos juegos aumentan la coordinación ojo-mano a la vez que enseñan a diferenciar formas y colores. También ayudan a desarrollar la concentración y la paciencia. Los juegos de bloques de madera, los juguetes de Lego o los de Playmobil son un buen ejemplo de juegos de ensamblaje.
Con ellos, representarán personajes como médicos, papás, profesores o distintas profesiones y oficios. Lo que les permitirá desarrollar tanto su imaginación como su lenguaje. Los juguetes simbólicos estimulan la comunicación y cooperación con los demás. También ayuda a la adaptación social y emocional. Lo más importante, favorece el desarrollo de la conducta moral. Jugando con estos juegos, aprenderán a reconocer emociones en los demás. Si quieres adquirir un juguete simbólico elige marionetas, disfraces o el juego de mesa de las profesiones.
Se caracterizan por tener que jugarse siguiendo unas normas que no se pueden obviar. En ellos, el niño tiene que relacionarse con los demás participantes por lo que aprende a negociar y a razonar y, a la vez, desarrolla su lenguaje y su capacidad de reflexión. Por todo ello, son excelentes para que tu hijo aprenda estrategia y a interactuar con otras personas. El parchís, el ludo, los juegos de memoria o los de magia son ejemplos de este tipo de juguetes.
Estos juegos se basan en la colaboración entre jugadores, no se compite sino que se busca que los participantes se ayuden unos a otros para conseguir una meta común. Tu hijo aprenderá a trabajar en equipo, a comunicarse con los demás y a empatizar. Además, estarás fomentando en él actitudes y valores solidarios, que aprenda a ganar y a perder y la importancia del trabajo en equipo.
Estudios destacan la importancia del juego en los niños, ya que les ayuda a desarrollar sus habilidades. Pero aún es más importante que jueguen en familia. Cuando compartes tiempo de calidad con tus hijos estás criando niños emocionalmente sanos y autosuficientes. Así, un juguete es más que un objeto, es el instrumento que une a pequeños y mayores a través de lazos de amor y cariño.
