En distintos frentes pero con el propósito central de impulsar el llamado combustible del futuro, las principales universidades han avanzado en ese afán de la mano con apoyos estatales y empresa privada, para aprovechar así la capacidad instalada y el potencial en energías limpias de Biobío.
El pasado 24 de junio se realizó el primer encuentro para dar inicio al proceso de elaborar la hoja de ruta del hidrógeno verde para la Región del Biobío, donde participaron actores regionales provenientes de la industria, entidades de educación superior, gremios, sociedad civil y entidades de gobierno sumando cerca de 48 participantes pertenecientes a 30 entidades que forman parte del proyecto Alianza Estratégica Hidrógeno Verde para el Biobío, que cuenta con apoyo del FIC regional.
La iniciativa, liderada por la Universidad de Concepción, tiene como propósito identificar y priorizar proyectos colaborativos y de interés regional en un horizonte de corto, mediano y largo plazo para el desarrollo de la industria del hidrógeno verde en la región. Además, pretende identificar las brechas de capital humano, conocimiento, tecnológicas, de financiamiento u otras y generar el capital social necesario para la implementación de las iniciativas.
Con el fin de congregar distintas miradas que permitan construir una visión conjunta para la región, en la sesión se trabajó por grupos con integrantes pertenecientes a distintos sectores y entre los temas tratados destacaron las aplicaciones de hidrógeno para: movilidad y transporte; calor y electricidad e insumos para la industria.
“El diálogo abierto de todos los actores permitió un mejor entendimiento sobre el potencial del hidrógeno verde para diferentes sectores, así como una convergencia de visiones en torno al rol que la región puede jugar en el marco de la Estrategia Nacional de Hidrógeno Verde, posicionándose como un tercer polo productivo y tecnológico en el país, junto con la zona norte y Magallanes” explica Juan Pablo González, director alterno del Proyecto y coordinador de la actividad de la hoja de ruta.
A fin de profundizar la construcción de la hoja de ruta se desarrollará un segundo taller para avanzar hacia una priorización y selectividad de proyectos e iniciativas de interés regional.
“Con el resultado de este primer taller avanzaremos en los estudios de mapeo de potencial y en la definición de proyectos asociativos viables en el corto y mediano plazo, de modo de impulsar proyectos piloto que permitan generar el aprendizaje para su escalamiento industrial” señala Paola Cárdenas, Jefa de la Unidad de H2 Verde del IIT de la Universidad de Concepción.
Los resultados de los talleres, junto a los estudios técnicos que se desarrollarán en paralelo, convergerán en la hoja de ruta para la región, la cual se espera disponer durante el último trimestre de 2021.
Ucsc avanza para pilotear proyecto de H2 junto a la industria
Una iniciativa pionera en la macrozona sur, que busca vincular la academia y la industria, es el proyecto de Hidrógeno Verde que lidera la Ucsc, que se encuentra actualmente generando alianzas que apuntarán a buscar soluciones a las problemáticas del medio externo a través del pilotaje de producción y utilización de este vector energético en la Región del Biobío.
A través de mesas de trabajo colaborativo con representantes de la industria, como Cidere Biobío, Irade, Corma Biobío y el Seremi de Energía, es que se avanza en concretar vínculos para identificar potenciales oportunidades, que se desarrollarán mediante la capacidad instalada de la Universidad, con la que se espera generar un prototipo que responda a los requerimientos del gremio.
Para la Vicerrectora Investigación y Postgrado, Mónica Tapia, “esta es una gran oportunidad para la Universidad y para el medio externo. Lo que queremos con la industria es que conozcan el entorno donde se va a ejecutar el proyecto y conversar acerca de las posibilidades para pilotear, respondiendo a la industria. Con esta iniciativa esperamos hacer experimentos en el ámbito académico, pensando en soluciones para el mundo real desde la universidad”.
En esta etapa de pilotaje vinculado al gremio energético, la Ucsc espera abrir nuevas aristas de investigación y aplicación del hidrógeno verde en la región del Biobío, obteniendo, además, valiosa información que será transferida. Esto será de utilidad para el sector industrial, permitiendo conocer el uso y alcances de estas tecnologías y facilitando así su incorporación.
Conscientes de las oportunidades que propicia el hidrógeno renovable para los sectores productivos del país, la consultora energética Mas Valor Partner, junto a investigadores del Departamento de Ingeniería Civil y Ambiental de la Universidad del Biobío, iniciaron hace un año, un trabajo colaborativo para desarrollar un proyecto para emplear hidrógeno verde en el transporte forestal, iniciativa que destaca entre otras desarrolladas en la región.
Esta innovación considera una propuesta de autoabastecimiento y distribución móvil del hidrógeno a las faenas de cosecha y comunidad y se tomó como foco el sector forestal por ser un sector productivo que ofrece mayores ventajas para el uso de hidrógeno en comparación con otros y es una industria representativa de la manufactura y exportación de la región, y, por último, tiene gran potencial de impactar positivamente a su entorno.
De acuerdo a los autores del proyecto, de concretarse un recambio de la actual flota de camiones forestales, se generaría un 25% de ahorro de combustible solo por el reemplazo del diésel por H2, además del ahorro en los gastos operativos y disminución de 2.000 piezas móviles a 20, sin lubricantes y a baja temperatura.
Rodrigo Díaz, Ing MBA Director de Masvalorpartner y quien además es integrante de la Asociación Chilena de Hidrógeno, H2 Chile, dijo que a nivel internacional está comprobado y existe evidencia científica que el rendimiento del tipo “well to wheel” para un motor a base de hidrógeno tiene mayor eficiencia que uno de combustión interna que solo alcanza un 13% en promedio. Además de reducir al 100% la emisión de gases contaminantes, el profesional destacó la mayor autonomía y menor Opex en un camión que se mueve a base de hidrógeno.