La zona se suma a las de Antofagasta, Patagonia y Valparaíso, generando condiciones para un desarrollo sostenible. La idea es dejar atrás el modelo empresarial lineal por uno circular.
“Tenemos la satisfacción de impulsar a las empresas para que sean social y ambientalmente responsables, y que entreguen una contribución al país y a la sociedad que deje huella y que esa marca quede para generaciones futuras”, manifestó el presidente de Banco Estado, Ricardo de Tezanos, en relación al apoyo que la estatal está dando a las empresas B, un crédito especial para financiamiento de capital de trabajo o inversión para micro, pequeñas, medianas y grandes empresas que estén certificadas como tal.
Y otro gran paso hacia la consolidación de este modelo empresarial se gestó desde adentro, desde las propias empresas afines de la zona: crearon la primera comunidad B del Biobío.
Cabe explicar que las comunidades B son parte de un movimiento global de empresas y personas que buscan construir una nueva economía, además de contribuir al bienestar de las personas, las sociedades y la naturaleza, usando la fuerza del mercado para resolver problemas sociales y ambientales.
El movimiento B fue creado en EE.UU. en 2007 y en América Latina desde 2012 es impulsado por Sistema B, principal movilizador de las más de 3.500 Empresas B Certificadas en el mundo y 700 en Latinoamérica y otros 40.000 negocios que usan la Evaluación de Impacto B para medir, gestionar y transparentar su Triple Impacto.
En Chile, en 2011 se certificó la primera empresa nacional y a la fecha se han registrado más de 170 empresas que lograron su certificación B. Paralelo a ello, y con dichas organizaciones, se conformaron cuatro Comunidades B: Antofagasta, Valparaíso, Patagonia y, las más reciente, Biobío.
Una forma de entender cuál o cuáles deben ser las metas son los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en que los países pertenecientes a la ONU acordaron 17 objetivos y 174 indicadores que permiten medir.
Están los reportes de sostenibilidad GRI o si se quiere utilizar una plataforma que permita una mejora continua y constante al avance se puede medir en el sistema B (sistemab.org).
“Ambos nos aportan fórmulas gestión y de mejora continua”, sostiene la periodista, Magister en Desarrollo Organizacional y Gestión de Personas (c), Claudia Pavez.
