De acuerdo con el último informe de inclusión financiera de la ex Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras (SBIF), el 97% de las personas en Chile tiene acceso a servicios financieros, pero solo una minoría a créditos, mecanismos de ahorro y a distintos servicios de administración del dinero.
Un estudio de Fundación País Digital y Accenture da cuenta que en Chile existen actualmente cinco grupos excluidos financieramente: los sobre endeudados, migrantes, mujeres (debido a la brecha de ingresos que existe), personas de tercera edad de bajos ingresos y las Mipymes.
Es cuando las FinTech pueden ayudar a acortar la brecha, pero falta avanzar en regulación para potenciarlas, concuerdan actores financieros.
El CEO de Racional, Boris Garafulic, explicó la importancia de avanzar en mayor inclusión financiera. “Las fintech ofrecen una capacidad mucho mayor a la de empresas tradicionales para innovar y crear productos más modernos y eficientes. Sin un ambiente apropiado se limita la competencia del sector financiero y, últimamente, las personas podrían terminar con productos más caros e ineficientes”.
Añadió que el desafío es encontrar el punto óptimo entre regulación y flexibilidad, para incentivar soluciones creativas, manteniendo cierto nivel de seguridad mínima para los usuarios finales.
Por su parte, el CEO de Inversión Fácil, Cristián Lecaros, planteó que la inclusión financiera beneficia a que más personas tengan acceso a créditos, acceso a mejores tasas, lo cual genera bienestar financiero y un círculo virtuoso para la sociedad. Los obstáculos son los entes regulatorios, así como la información financiera que es mucha y muy delicada, los que deberían cumplir con informar bien a los clientes.
El director Ejecutivo para la Industria Financiera de Accenture Chile, Nicolás Deino, sostuvo que “la industria financiera tiene hoy una importante oportunidad de incluir a estos segmentos a través del impulso de Open Banking y el trabajo de la banca tradicional con las FinTech. Sobre todo, en momentos en que la pandemia ha aumentado como nunca la necesidad de digitalización de las empresas, no solo para llegar de forma más efectiva a sus clientes, sino que también para generar modelos de negocio más efectivos, productivos e inclusivos”.
El Open Banking podría ser un impulsor de inclusión financiera en Chile. De esa forma, de acuerdo con Fundación País Digital, tendría un efecto directo sobre el alcance en acceso y uso de servicios y productos financieros, debido a la transformación hacia modelos digitales, ya que a través de los canales digitales es posible alcanzar una mayor cantidad de población en el país que por su canal físico.
Además, el uso o creación de la “huella digital” de un usuario transforma las operaciones para que nuevas mediciones, análisis y propuestas de valor ofrezcan productos o servicios personalizados o a medida. Gracias al uso de APIs y el manejo de un gran conjunto de datos, es posible otorgar innovadoras propuestas de valor y nuevos modelos de negocios en el mercado.
En el caso de las Mipymes, Open Banking permite una mayor visibilidad y generación de análisis del rendimiento del negocio y del manejo del dinero, a través de herramientas de agregación de cuentas y gestión de finanzas empresariales. Gracias al uso de herramientas automatizadas se pueden optimizar los flujos de caja y ayudar al control financiero.