
Primeros días han sido con mesas llenas, un estricto control sanitario y con deseos que se haga lo más extenso posible. Rezagados se mantienen a la espera de poder sacar sus mesas y otros siguen como antes sin mejorar sus ventas.
A días de haberse autorizado la atención de público con la opción de mesas en terrazas dueños y administradores de cafés y restoranes hacen un positivo balance.
También existe un grupo de rezagados que, por razones presupuestarias, de falta de personal o vigencia de permisos aún no han podido sacar sus mesas y otros que definitivamente tendrán que seguir como estaban.
Osvaldo Arce, dueño del Café Mitimota, refleja en su rostro lo bien que le ha ido desde el jueves pasado, cuando pudo sacar una mesa y dos sillas para comenzar a atender al público bajo estrictas medidas sanitarias.
“Sacamos las mesas a la terraza y realmente se vio mucho más movimiento, claramente se notó un cambio positivo”, comenta Arce.
En su caso, está siendo tan buena su experiencia, que está pensando hacer las gestiones para sumar más mesas a su café, pero en un sector externo.
“Estuvimos leyendo la Ley y sale que podemos ocupar las veredas sin interrumpir el libre tránsito de los peatones porque contamos con un espacio como para instalar dos o tres mesas sobre una alfombra de pasto”, proyecta el dueño del Mitimota que ofrece productos veganos.
Por su parte, Rodrigo Mardones, gerente general de Bar Callejón sostiene que también sacó sus mesas partir del día jueves pasado, apenas se permitió esa posibilidad.
“Hasta el momento nos ha ido súper bien, tenemos las mesas generalmente llenas de inicio a fin, lo que ha sido muy positivo para el negocio después de haber estado 8 meses parados casi, una serie de compromisos encima, así que ojalá podamos mantenernos así”, enfatiza Mardones.
Requerido acerca del cumplimiento de los protocolos sanitarios, responde que para poder abrir se debe cumplir con todo lo dispuesto por la autoridad e incluso se reunieron varias veces con el seremi de Salud.
En relación a los requisitos más importantes para poder sacar las mesas, el gerente general del Bar Callejón detalla que “principalmente son el distanciamiento entre las mesas; tener registro de los clientes para la trazabilidad, además de promover el distanciamiento, el uso de mascarillas y el lavado de manos tanto con los clientes como con el personal”.
En cuanto al sentir del público asistente afirma que en general están contentos con la posibilidad de salir de sus casas y poder ser atendidos.
En el caso del local Tijuana Express de Plaza Perú, Maite Cáceres, su administradora da cuenta de lo bien que le ha ido con sólo mirarla trabajar, ya que apenas tuvo unos minutos para responder a las preguntas de Diario Concepción, entre llamados telefónicos y la atención de los pedidos.
“Antes de la reapertura, estábamos tratando de salvar el local, pero ahora con las mesas afuera nos cambia completamente al subir más las ventas”, enfatiza Cáceres.
De hecho, al observar al personal que atendía las mesas fue posible ver su entusiasmo, tal vez debido a que proyectan la extensión de sus puestos de trabajo.
Pese a que existe un positivismo general en los consultados, también existe un grupo de rezagados quienes, por diversos motivos, ya sea porque falta de presupuesto, carencia de personal o por permisos sin vigencia no han podido sacar sus mesas.
Adicionalmente, están aquellos que no tienen más que seguir como estaban antes de la apertura, como es el caso de Rafael Bermúdez, dueño del Café Coyoacán.
“Sigo trabajando en la misma modalidad puerta afuera. No puedo recibir clientes dentro del local, sólo terraza por lo que tengo entendido y aunque quisiera no tengo un espacio ideal para terraza. Esta calle (Chacabuco) es altamente transitada, el material particulado es alto y además de ruidosa”, indica el dueño del Coyoacán.
Así como el caso de Bermúdez hay otros que no tendrán más remedio que seguir esperando mejores condiciones para subir sus ventas.