Banco Central de Chile mantuvo tasa de interés en 0,50%
09 de Diciembre 2020 | Publicado por: Javier Ochoa
El instituto emisor prevé que la TPM seguirá en su nivel mínimo durante gran parte del horizonte de política monetaria de dos años para mantener la inflación contenida, misma que tuvo un alza de 3,1% gatillado en parte por el retiro del 10%.
Hoy el Banco Central de Chile entrega el Informe de Política Monetaria (IPoM), y en la antesala el instituto emisor acordó mantener la tasa de interés de política monetaria en 0,50%. Asimismo, determinó mantener las medidas no convencionales de apoyo a la liquidez y el crédito.
EL BCCh proyectó mantener la TPM en niveles mínimos al menos por dos años, para así mantener controlada la inflación, misma que entre septiembre y octubre aumentó 3,1%, debido en parte al primer retiro del 10% de los ahorros previsionales.
“Entre agosto y septiembre, la inflación total subió a 3,1% anual y su componente subyacente a 2,9%. Este incremento se explicó principalmente por el aumento de los precios de los bienes y alimentos que se registró en septiembre, llevando la variación mensual del IPC a 0,6%. Esta evolución se condice, principalmente, con el impulso transitorio al consumo de bienes vinculado al retiro de ahorros previsionales y a algunas restricciones de oferta en el corto plazo para abastecer esa demanda. A mediano plazo, las presiones inflacionarias se mantienen acotadas. Respecto de las perspectivas del mercado, a un año plazo la mediana de la Encuesta de Expectativas Económicas prevé una inflación de 2,7% anual y la de la Encuesta de Operadores Financieros (EOF) una de 2,5% anual, mientras que a dos años plazo continúan en torno a 3%.
No es suficiente
“La situación actual de la economía chilena necesita mantener la tasa de política monetaria lo más bajo posible y creo que el Banco Central actúa de acuerdo a lo esperado. Pero la actual crisis no tiene que ver con la disponibilidad de recursos que las familias tienen para comprar bienes sino con la capacidad de la economía para producirlos”, recordó el economista de la UdeC, Claudio Parés.
Por eso, agregó, la inflación no ha aumentado, salvo cuando existió cuarentena en gran parte del territorio: lo que pasó en ese momento fue que empezaron a escasear los bienes y, junto al retiro del 10%, hubo un alza transitoria en la demanda. Por lo tanto, no hay razones para esperar alzas en los precios que impidan pensar en mantener el estímulo monetario.
“Lamentablemente, en este caso, el estímulo monetario es sólo una condición necesaria, pero no suficiente para garantizar una recuperación. Lo que necesitamos son políticas de oferta, la más evidente de ellas, la vacuna”.
¿Qué es lo que viene?
En términos prácticos, las tasas se mantendrán bajas, sin embargo, acotó el director de Ingeniería en Administración de Empresas de la Unab, José Navarrete, hay que considerar que los bancos están siendo más restrictivos con el otorgamiento de créditos, por lo que esta baja no necesariamente llegará a las personas comunes y corrientes.
“Por otro lado, dada la tasa de desempleo, existe una cantidad importante de personas que no son sujetos de crédito. Con las empresas, el análisis es similar. Los bancos están más cautos.
Hay que estar atentos a los efectos que tenga el segundo retiro de las AFP, dado que será una inyección directa de efectivo a la economía, lo que debería potenciar el consumo y con ello, dinamizar la economía, sin embargo, también podría traer ciertas presiones inflacionarias. El verano que se acerca debería dar más movimiento al rubro turístico, toda vez que ha sido uno de los más golpeados por la pandemia, sobre todo, por el hecho que las preferencias indican que habrá menos viajes al extranjero y, por ende, más turismo local. No obstante, esto está sujeto a las medidas sanitarias, puesto que, por ejemplo, con el retroceso a Fase 2 de la Región Metropolitana, y la dificultad de hacer viajes entre regiones, seguramente va a tener un efecto negativo en este proceso”.
¿Qué pasa afuera?
El BCCh informó que, en el ámbito externo, los indicadores coyunturales dan cuenta de una cierta moderación de la velocidad de recuperación de la actividad, especialmente en las economías desarrolladas. Esto ocurre en un contexto en que el rebrote de contagios de la Covid-19 ha obligado a la aplicación de medidas intermedias de contención, con una menor incidencia de casos graves en estos países.
En el mundo emergente, destaca el dinamismo que han exhibido los indicadores de actividad y demanda en China, lo que ha permitido que el precio del cobre permanezca en torno a US$3 la libra. En América Latina, en cambio, la recuperación económica va comparativamente más rezagada, pero la situación entre países, tanto en materia epidemiológica, como económica y social es bastante diversa, reflejando también la distinta intensidad en las respuestas de política.