En medio de la pandemia hay un problema que queda invisible. Se trata de la sequía, una que es provocada por el denominado cambio climático. Los especialistas coinciden que los efectos son innegables. Mientras que algunos otros aún dudan.

Lo que si no se puede negar son los desafíos técnicos que ello conlleva. Unos que persisten en medio de la pandemia y la crisis económica derivada de la misma.

El ministro de Agricultura, Antonio Walker, hace unos días visitó la Región del Biobío. Al ser consultado sobre ello, aseguró que esta temporada hay más nieve acumulada, pero está consciente de que aquello es circunstancial.

“Una golondrina no hace la primavera”, dijo. De ahí que esté consciente que el Gobierno de Chile, el Estado, finalmente debe generar las políticas públicas de fomento y de entusiasmar al privado para que realice innovación.

Pero no todas estas iniciativas privadas responden a los requerimientos actuales que exige la sociedad. Es el caso de las llamadas carreteras hídricas. ¿Es la solución llevar agua desde el Biobío a zonas secas transportándolas por cientos y cientos de kilómetros? o ¿no es mejor buscar vías de aprovechamiento de las aguas disponibles en cada Región con la tecnología adecuada?

Para los activistas se trata de la muestra del pensamiento centralista y su mirada lejana de la realidad que sólo favorece negocios.

Hoy los proyectos de agua potable rural, APR, son otras vías, pero el alcalde de Santa Juana ya ha denunciado que, pese a las buenas intenciones, el proceso es demasiado burocrático para responder a las necesidades locales.
Fue a fines de septiembre de 2019, antes que deviniera el denominado “Estallido Social” ( o también “despertar social” ), Ángel Castro, dejaba en evidencia que una cartera de 250 proyectos en la Dirección de Obras Hidráulicas del MOP, “la proyección es que de aquí a 62 años aún no le vamos a poder dar solución a la gente”.

Y en julio de este año, en plena pandemia, finalmente al menos 150 familias pudieron concretar el sueño de tener este elemento vital a su disposición. “Estamos en tiempos complicados”, recalcó el alcalde Castro en su oportunidad.

Inversión

En ese contexto, el ministro Walker, explicó a Diario Concepción que para esta temporada hay mejores proyecciones, “pero estamos tan conscientes de que hay que seguir trabajando que el gran legado del Ministerio de Agricultura es la inversión que vamos a hacer en tecnología para aprovechar el agua disponible que tenemos. Es por eso que hemos duplicado la inversión en la Comisión Nacional de Riego”.

Recalcó que “la asumimos con $50 mil millones y ya llevamos $138 mil a $140 mil millones este año. Vamos a hacer una inversión importante en canales, construcción de estanques, entre otros. Se trata de la inversión más grande de la historia en la materia”.

También añadió que la sociedad será clave a la hora de combatir el cambio climático “que llegó para quedarse y el déficit de precipitaciones que hemos tenido en los últimos 15 años es consecuencia de eso. Tenemos que estar muy alerta. Lo primero que debemos fortalecer son las organizaciones de usuarios y luego incorporar tecnología para aprovechar lo mejor posible el agua que tenemos”.

Es por eso que, a su juicio, la construcción de la nueva Constitución debería contener una hoja de ruta idónea con el manejo, uso y regulación del agua, la será absolutamente “relevante para la sociedad en la construcción del Chile de los próximos 50 años”.