La tendencia al alza se mantiene en el mercado de las dos ruedas, según las cifras registradas por la Asociación Nacional de Importadores de Motos de Chile (ANIM) que agrupa al 73% de los actores del sector.
El mes recién pasado se transformó en el mejor octubre desde el año 2016 con 3596 unidades vendidas en comparación a las 2094 comercializadas en 2.019 y 3.341 en 2018. En términos acumulados desde enero, las ventas registraron un total de 27.222 unidades, lo que representa un aumento de 3213 motocicletas más, en relación al mismo periodo del año pasado.
En el desglose de estos 30 días, 23.140 unidades correspondieron a motos urbanas, mientras que 2.335 son las denominadas de competición y 1747 cuadriciclos todo terreno (ATV+UTV). En cuanto al total de ejemplares comercializados en términos geográficos, el 57,5% del total de ventas se sitúan en la Región Metropolitana, seguido por un 7,4% en Valparaíso, un 6,3% en Biobío y 6,0% Coquimbo, Maule con 5,7%, Araucanía 4,0% entre los principales, entre los principales.
Por su parte, dentro de las preferencias del público, durante el mes de octubre, en el primer lugar se ubicó el modelo HONDA CB125F TWISTER, seguido por la YAMAHA YZF-R3. El tercer puesto, fue para la KTM 200 DUK, mientras que el cuarto lugar lo ocupó YAMAHA YZF-R15.
Debido al creciente interés que está teniendo este modo de transporte, la ANIM hace un llamado al público para que elija su motocicleta entre las diferentes marcas que son parte de la asociación, todas las cuales están acreditadas internacionalmente y que, desde luego, cumplen con toda la reglamentación de seguridad y medioambiental vigente en Chile. Y, por lo mismo, exhorta a no comprar motos falsificadas o de dudosa calidad y que no cuenten con una red de servicio técnico en el país.
Particularmente, la Anim denuncia a cierto tipo comercio inescrupuloso que están vendiendo motocicletas a combustión de bajo cilindraje que no cumplen con estas normativas, lo que no solo es ilegal sino muy peligroso para los usuarios. Esto debe ser urgentemente fiscalizado por las autoridades competentes afín de evitar accidentes y defraudación al público.