Banqueteras y centros de eventos advierten posible quiebra de 9 mil Pymes

Como una discriminación de parte del gobierno definieron desde la Asociación de Banqueteras y Centros de Eventos de Chile (ABACH) la normativa sanitaria que restringe el número máximo de asistentes a actividades realizadas por productoras de eventos y banqueteras.

El problema radica principalmente en que sectores similares como restaurantes ya se encuentran operando con aforos proporcionales a sus metros cuadrados. Sin embargo, en el caso de las banqueteras y productoras de eventos no se usa la misma medición, sino que se determinan máximos de asistentes a cada actividad, a pesar del tamaño del recinto.

“El gobierno reguló actividades como restaurantes, bares y ceremonias otorgándoles aforos por m2 en relación a sus instalaciones, sin embargo, no ha usado la misma vara para nuestro sector, imponiéndonos un tope máximo de asistentes, independientemente del tamaño del lugar donde se realicen las actividades. El gobierno nos discrimina arbitrariamente al no dejarnos operar y será responsable de la quiebra de 9 mil pymes”, señala Sofía Jottar, vocera de ABACH.

Jottar agrega que “para el gobierno, un living de 25 m2 y una carpa de 300 m2 son lo mismo que un centro de eventos de 1.000 m2 que tiene 6 metros de altura. Evidentemente hay una falta de información técnica importante porque las condiciones espaciales y de ventilación son muy diferentes. Por ejemplo, una persona contagiada en un living de 25 m2, con 50 invitados, en un rango de 4 horas contagiará al 58% de los asistentes, sin embargo, si tenemos 400 invitados en un espacio cerrado de 1.500 m2 y 7,5 metros de altura, en el mismo rango de tiempo contagiaría a 0,8% de los asistentes”.

En ese sentido, el presidente de la Multigremial Nacional, Juan Pablo Swett, indica que “la mayoría de los países del mundo ha sido capaz de establecer diferencias técnicas entre estos sectores, menos en Chile, por lo que el gobierno debe ayudar con urgencia a este rubro que se compone 9 mil pymes, hacer lo contrario significaría atentar contra las medidas de reactivación urgente que el propio gobierno ha impulsado y de paso dejar a 250 mil personas y sus familias sin ingresos”.

La quiebra de este sector implica también perder al menos US 1.500 millones  en infraestructura de centros de eventos y otros 1.200 millones de dólares en inversión de centros de producción.