Empleo femenino registra notoria caída en sectores de ocupación tradicionalmente dominados por mujeres

05 de Noviembre 2020 | Publicado por: Javier Ochoa - Comunicado de Prensa
Fotografía: Cedida

Las áreas económicas de “Actividades financieras, seguros e inmobiliarias” y “Comercio” muestran una importante baja del empleo femenino en los últimos doce meses, mientras que la ocupación masculina disminuyó a menor ritmo en el mismo periodo, acrecentando la brecha ocupacional de género de la región

En su más reciente edición, el Boletín Laboral del Centro de Economía y Política Regional (Cepr) mostró una mirada general al panorama regional, con un foco más específico en las brechas de género según sector ocupacional en la región de Biobío.

Los datos del trimestre móvil julio-agosto-septiembre (JAS-2020) –publicados por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) el pasado 30 de octubre– muestran que existe un estancamiento de la ocupación, la que aumentó en apenas 2.577 personas con respecto al trimestre móvil anterior, hecho que está afectando de manera más profunda a las mujeres de la región, según este informe que también analiza las regiones de Arica y Parinacota, Antofagasta, Valparaíso y Metropolitana.

Asimismo, el empleo ha caído fuertemente en Biobío, existiendo 111.379 menos personas ocupadas en comparación con el mismo periodo de 2019. Esto implica que continúa disminuyendo la actividad del mercado laboral, sugiriendo una caída significativa también en la producción y el crecimiento, y reforzando la tendencia mostrada en el trimestre previo.

Otro indicador relevante para la región es la brecha entre las tasas de desocupación y desocupación combinada. La primera de ellas llegó a un 10,2%, mientras que combinada disminuyó levemente hasta llegar a un 25,9%, con respecto al 26,1% observado en el trimestre inmediatamente anterior. Es importante destacar que antes de la emergencia sanitaria, la diferencia entre estas dos tasas se mantenía estable y alrededor de un 9%. Sin embargo, tras seis meses de pandemia, la diferencia entre ambos indicadores aumentó notoriamente, encontrándose actualmente en poco más de 15% a nivel regional.

También existen diferencias por género en lo que respecta a la tasa de desocupación combinada. En el caso de las mujeres, llega a un 27,5% -superando el promedio regional- y, en los hombres, alcanza un 24,8% cifra que se encuentra por debajo de la media de Bío-Bío, reflejando también la mayor afectación que enfrenta la ocupación femenina durante la crisis sanitaria que afecta al país.

Brechas sectoriales de género

El empleo femenino ha sido fuertemente perjudicado durante la pandemia, especialmente en los sectores económicos que tradicionalmente poseen una mayor participación de mujeres en la región, tales como “Actividades de los hogares”, “Actividades financieras, seguros e inmobiliarias”, “Alojamiento y servicios de comidas”, “Educación” y “Otras actividades y servicios sociales y personales”. Mientras ello ocurre, las responsabilidades domésticas siguen recayendo de forma desproporcionada en manos de mujeres. A excepción del sector “Educación”, todas las otras áreas mencionadas muestran una baja sostenida en la ocupación femenina, mientras que la masculina se mantiene estable.

Asimismo, al revisar la variación de la ocupación en los últimos doce meses en el sector “Otras actividades de servicios sociales y personales”, podemos ver que ella ha disminuido en cerca de 20% con respecto al año anterior. Una situación similar se da para las mujeres en las áreas de “Actividades profesionales y administrativas”, en la que la variación negativa en los últimos doce meses llega al 37%; y en “Actividades financieras, seguros e inmobiliarias”, donde la baja de participación femenina llega a alrededor de un 17% en comparación con el año anterior.

Es por esos motivos que se hace sumamente relevante tener en cuenta estas cifras para crear planes y programas de empleo que permitan mitigar la disminución de las mujeres en estos y todos los sectores económicos, de modo tal que la ocupación femenina se reactive y dichos puestos ocupados por ellas no se pierdan, sino que sean capaces de aportar de manera sustancial a la esperada reactivación de la economía de la región de Bío-Bío.