Ayer se conocieron los peores resultados del indicador que mide percepciones empresariales desde 2011. Pero se vislumbra optimismo hacia el próximo año.
Ayer se presentaron los peores resultados de la historia del Índice de Percepción Empresarial Regional (Iper), confeccionado desde 2011 en alianza por la CPC Bío Bío, EY y la Unab.
Lo anterior, como efecto de lo que ha vivido y está viviendo la Región del Bío Bío, marcado esencialmente por el estallido social de octubre de 2019 y la pandemia de la Covid-19 cuyos efectos comienzan a sentirse con fuerza desde marzo de 2020.
La percepción de los 110 empresarios y líderes regionales se situó en 32 puntos durante el primer semestre, 10 puntos inferior al pasado, ubicándose las expectativas empresariales de Bío Bío en un nivel pesimista.
Pese a todo, desde los realizadores de la medición, aparece optimismo hacia el año 2021, interpretando estos resultados como que ya “se tocó fondo” en esta crisis económica y sanitaria.
De la mano del crecimiento de la demanda interna, de una buena recaudación fruto de la última reforma tributaria, de un plan de infraestructura pública y en especial de un subsidio a la contratación, los encuestados y realizadores estiman que el país y la Región pueden retomar los caminos del crecimiento y reencontrar el ritmo con que venían pre estallido social de octubre de 2019.
Efectivamente, los incentivos a las inversiones siguen liderando (69%), pero aumentó de manera importante aquellas relacionadas con incentivar la contratación laboral (46%), luego de ellas reaparecen las mejoras a la infraestructura y conectividad (41%).
El socio líder de EY Concepción, Francisco Avendaño, destacó la caída en las ventas, que si bien es cierto hace tres años venían en caída, en este Iper llegó al 67% los encuestados que estiman que éstas bajarán este 2020, versus el 30% de la medición de diciembre.
Sobre las remuneraciones, hay un cara y sello, ya que el 72% respondió que se mantendrán este 2020, el porcentaje que estimó que disminuirán creció de 4% en diciembre de 2019 a 19% en esta última medición.
Sobre la inversión, el gerente general de la CPC Bío Bío, Ronald Ruf, aseveró que sin duda, este Iper muestra las realidades más extremas de que se tengan recuerdo, con una baja en la inversión y en sus montos asociados.
“Sobre el 50% realizará inversiones menores a US$5 millones, es decir, asociadas básicamente a reparaciones y mantenciones. Sí un 40% estimó generar crecimiento en sus empresa, pero si se atiende al bajo monto asociado, Ruf estimó que el efecto final también se ve disminuido.
Con todo, Ruf recordó que el Iper mide percepciones, ancladas éstas a las expectativas, terreno donde las señales, como políticas públicas, son claves.
En este sentido, Ruf destacó que el empresariado local ve con buenos ojos la idea de que el Estado impulse un subsidio a la contratación y un potente plan de infraestructura de obras públicas. A su vez, planteó como esencial prestar todo el apoyo desde el mundo público y privado para que proyectos aprobados ambientalmente puedan ejecutarse.
“La incertidumbre sigue siendo la variable que se proyecta más negativamente entre los representantes de los distintos sectores productivos, con un 57%, a la que se suma una menor demanda (42%)”.
Añadió que pese a las diferencias de tamaño y sector productivo, el 45% de los encuestados declaró estar operando con normalidad; es decir, en el rango del 75 a 99% de funcionamiento de plantas o entrega de servicios”.
Ruf agregó además que de acuerdo a las conversaciones que el gremio ha sostenido con sus asociados, uno de los principales impactos han sido las adecuaciones surgidas por medidas sanitarias, como la implementación de cordones sanitarios en el Concepción Metropolitano.
