Economía y Negocios

Cipa innova en control y prevención de Covid-19

El Centro de Investigación de Polímeros Avanzados redirigió una de sus innovaciones ante la emergencia sanitaria producida por el coronavirus.

Por: Equipo Economía y Negocios 20 de Julio 2020
Fotografía: Cipa

Los elementos de protección personal se convirtieron en un insumo indispensable ante la crisis sanitaria, siendo utilizados por millones de personas en el mundo. Sin embargo, al estar hechos de resinas sintéticas convencionales y altamente contaminantes, representan un potencial daño para el medioambiente, ya que no son degradables.

Para hacer frente a este problema, desde el Centro de Investigación de Polímeros Avanzados (Cipa) asumieron el reto científico con un fuerte componente de innovación social.

Aquello los convirtió en uno de los 63 ganadores entre más de mil postulantes al concurso “Fondo de Investigación Científica Covid-19”, que financió el Ministerio de Ciencias junto a la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (Anid).

La evaluación del proyecto destacó por su articulación público-privada, vinculación internacional y relevancia de su impacto, al ofrecer alternativas locales sustentables y económicas para prevenir los contagios. Y es que, esta tecnología es producida con materias primas regionales, pero tiene un gran potencial de transferencia a otros sectores productivos de interés. 

Desarrollo único

Se trata de un desarrollo único que, a diferencia de los plásticos tradicionales, es derivado de residuos agrícolas y forestales proporcionados por Mipymes madereras de la Provincia de Arauco.

Un territorio que hasta ahora conserva brechas tecnológicas y productivas que la han mantenido en un rezago competitivo, productivo y social.

Al respecto, el doctor en Ingeniería de Materias Renovables y líder del proyecto, Rodrigo Briones, señala que inicialmente comenzaron con la creación de un biomaterial para aplicaciones en agricultura, retail y la recepción de residuos orgánicos domésticos.

Conversión química

Pero, ante la emergencia sanitaria producida por el coronavirus, redefinieron su uso y lo destinaron al desarrollo de elementos de protección personal.

“Gracias a procesos de conversión química amigables con el medioambiente obtenemos materiales termoplásticos biodegradables y compostables, una característica fundamental en comparación a otros elementos de protección personal presentes en el mercado. Esto porque en su mayoría están hechos de fibra convencional, lo que dificulta su reciclaje, ya que para ello deben estar previamente sanitizados”, explica Briones.

A diferencia de lo que ocurre con el producto desarrollado por Cipa, que bajo un principio de economía circular puede ser utilizado como abono en áreas verdes o en el sector agrícola. Esto amplía las posibilidades para la creación de nuevos productos como pellets, bioplásticos y materiales biodegradables.

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