
Principal atribución es ser una carta de navegación participativa que une al sector público, privado, academia y comunidad. También, plantea territorios integrados, con infraestructura y conectividad eficiente lo que es relevante por la Covid-19.
Participantes en la elaboración de la Estrategia Regional de Desarrollo 2015-2030 (ERD) rescatan los aspectos más relevantes del documento para hacer frente a la pandemia.
Es así como Benito Umaña, decano de la Facultad de Ciencias Empresariales (Face) de la Universidad del Bío Bío (UBB), plantea que “las estrategias por esencia deben ser capaces de adaptarse a los cambios del entorno, por lo que en mi opinión se debe revisar la actual Estrategia Regional de Desarrollo y adaptarla considerando la grave crisis producto de la pandemia y sus consecuencias económicas y sociales. Hay claramente un antes y un después de la pandemia con Covid-19. Se requerirá priorizar los recursos, entre otros”.
En cuanto a los aspectos económicos, el decano de la UBB dice que “la actual ERD entrega muchas ventajas a la Región, es una hoja de ruta. En primer lugar, la estrategia regional 2015-2030 permite a Bío Bío contar con una carta de navegación de mediano y largo plazo, más amplia, más allá de un periodo gobierno”.
En segundo lugar, agrega que “es un acierto haber diseñado la ERD a 15 años. La actual estrategia fue producto de un proceso altamente participativo, con un activo trabajo del mundo público, privado, academia y comunidad”, destaca Umaña.
También, recalca que “lo anterior es fundamental para lograr el cumplimiento de los objetivos y que estos no sólo sean una bonita declaración de intenciones, lo cual es una de las críticas recurrentes a estos tipos de políticas públicas”.
En este sentido, entre los desafíos a enfrentar a raíz de la pandemia, señala que “la Región tiene ahora que replantearse cómo recuperar e incrementar los niveles de bienestar de sus habitantes (Lineamiento 1 de la ERD)”.
Además, considera como vital, en el lineamiento estratégico 2, el “incrementar la creación de valor en la Región del Bío Bío desarrollando y atrayendo iniciativas e inversiones diversas, con alto potencial de crecimiento”, y a la vez, estima como primordial lo indicado en el lineamiento estratégico 3 sobre “liderar la construcción de capital humano y social”.
Desde la Universidad de Concepción, Jeanne Simon, académica de la Facultad de Derecho, parte del equipo directivo y panel asesor de la ERD, señala que esta “busca coordinar distintos esfuerzos hacia un mismo fin: una Región dinámica caracterizada por su “sustentabilidad, colaboración, competitividad, inclusión y equidad social.”
Simon dice que “como un instrumento flexible basado en acuerdos, contar con la ERD permite adaptar los lineamientos considerando cambios en el contexto regional, nacional e internacional como la Covid-19”.
Del mismo modo, expresa que “en la visión, destacaría “favoreciendo territorios creativos e integrados, con infraestructura y conectividad eficiente” como muy relevante para hacer frente a la pandemia. Considerando la importancia que ha tomado lo digital en la pandemia, el componente de telecomunicaciones del lineamiento No. 5 se transforma como central”.
También, destaca el Lineamiento 2 y aporta respecto del que “mediante prácticas de innovación, emprendimiento y transferencia tecnológica, generen nuevos bienes y servicios para acceder a nuevos mercados nacionales e internacionales, donde se podría incentivar la adaptación al nuevo contexto a través de proyectos asociativos para Mpymes y una cultura innovadora”.
Además, manifiesta que “es importante en todos los proyectos, asignar fondos específicamente a mujeres, jóvenes y pueblos indígenas para evitar un aumento en las brechas actuales”.
Carolina Parada, gerenta general de Irade, quienes también participaron en la ERD, apunta a que “hay que preocuparse de la pandemia, pero también proyectar la post pandemia. El plan de reactivación económica que estamos trabajando desde el sector privado, junto al gobierno regional, prioriza uno de los ejes de la ERD, que es la promoción de altos niveles de inversión pública y privada directa, altamente sinérgica y con fuerte impacto en la generación de valor agregado”.
Parada enfatiza que “tenemos que preocuparnos del empleo y eso requiere de un clima social adecuado para que se produzcan las inversiones. La amenaza de un estallido 2.0 hace mucho daño al empleo y al bienestar social de la Región”.
Para la gerenta de Irade, la pandemia ha dejado en evidencia la urgencia de ejes contenidos en la ERD.
“Uno hace alusión al desarrollo de la ciencia y la innovación tecnológica. Hay esfuerzos importantes, pero hay que avanzar en grandes proyectos movilizadores. El Pacyt era uno de ellos. Hoy nos une la preocupación por el empleo y la reactivación económica. Eso es lo urgente, pero también tenemos que velar por lo importante que es retomar la hoja de ruta de largo plazo”