Se trata de un licor a base de malta llamado Millakorü, que significa “jugo de oro” en mapudungun. Es el primero en su tipo que se fabrica en territorio nacional.
Ensayo y error, sumado a los conocimientos heredados de su abuelo, el emprendedor Eric Caballero ha sido capaz de destilar licores premium en la localidad de Talcamávida.
Primero se lució con una línea de absenta, para ahora innovar con la destilación de lo que es el primer whisky fabricado en Chile, bajo un sugerente nombre en mapudungun: Millakorü, que significa “Jugo de oro”.
Es añejado en roble, y elaborado con malta de la Araucanía, turba de Magallanes y Chiloé y agua de manantial de vertientes de Talcamávida.
“Destilamos con pasión a orillas del río Bío Bío. Comercializamos en formato 700 cc, de 43º, a $25.000 la unidad”.
Caballero cuenta que lleva 12 años destilando, oficio que tiene mucho de autoaprendizaje, confesó feliz al ver que su esfuerzo está dando frutos.
Efectivamente, el boca a boca ha funcionado muy bien nos cuenta, que es como comenzó a comercializar su primera línea de absenta en 2007. Hoy está en Facebook y también en Instagram.
“Hacemos envíos a todo Chile y ahora último a Argentina. También tenemos convenio con una cadena de hoteles”, comentó Caballero.
La historia parte en 2003 destilando absenta y en 2007 iniciando las ventas. Corría el año 2012 cuando Eric fabricaba cerveza artesanal para su propio consumo cuando se le ocurrió fermentar malta sin lúpulo y a destilarla.
“El whisky se hace mediante una fermentación de malta, o sea cebada germinada y secada. El proceso de secado se hace con turba, que es lo que da el carácter y el sabor ahumado. En 2012 tuve las primeras producciones. El whisky al menos debe tener una guarda de 4 años para que tenga una calidad aceptable. Nuestra oscilación térmica es de -2º a 36º entre invierno y verano, lo que nos permite a diferencia de Escocia, nos permite un añejamiento en roble más rápido”.
Luego, cuando el fermentado de malta alcanza 10º de alcohol, se introduce este líquido llamado mosto, haciéndose dos destilaciones. Por cada 300 litros de mosto resultan unos 40 litros.
“Rendimiento bajo en volumen, y este año 2020 ya tenemos varias barricas, una que va por los 6 años y preparamos una de 8 años. Es una pega bien trabajosa, pero se logra alta calidad, además porque usamos alambique tradicional, tal como lo hacen las grandes marcas de Escocia y Japón”.
Eric también está innovando con una línea de Gin.