A través de una Declaración de Prensa, la empresa aclaró que la detención de parte de sus operaciones es parte de un programa de ajuste de sus operaciones a los actuales niveles de demanda de combustibles. El plan contempla la detención de algunas unidades por 60 días, plazo durante el cual la refinería no estará operando.
Enap emitió una Declaración de Prensa respecto a la detención de sus operaciones en la Refinería Bío Bío, situación que ha generado gran preocupación entre los trabajadores de la compañía. Según Enap, la empresa ha ajustado sus operaciones a los actuales niveles de demanda de combustibles, que ha caído en promedio un 40%. Con eso, la empresa busca minimizar las pérdidas que significa hoy refinar y para ello “se decidió adelantar para junio la mantención de la Refinería Bío Bío, que estaba originalmente prevista para noviembre”.
El plan contempla la detención de las unidades Topping y Vacío 1 (TV-1), SWS3, MDEA2 y COKER, y se extenderá por 60 días, plazo durante el cual la refinería no estará operando. La administración de Enap informa, además, que está realizando “todos los esfuerzos para ajustar costos, minimizar los efectos de la crisis sanitaria y evaluar, día a día, los pasos necesarios para que la empresa se adapte a este nuevo contexto y pueda seguir cumpliendo su rol estratégico”.
En la Declaración, la empresa consigna que la industria de ese sector “está siendo una de la más afectadas, con precios del petróleo que han llegado a ser negativos, y con márgenes de refinación absurdos, donde el precio un barril de crudo es mayor al de un barril refinado”. Según la empresa, por lo mismo hubo detención temporal de refinerías en Italia, Portugal, Argentina y Japón, que “son la prueba más clara de la crisis por la que atraviesa la industria a nivel global”.
Así, la detención en Bío Bío “responde a una definición logística y de carácter geográfico, ya que cubre cerca del 35% del consumo del país. Además no repercutirá en las otras actividades que Enap desarrolla en la región”. El Terminal Portuario de San Vicente, su operación y logística asociada seguirán funcionando, y la demanda de combustible de esa zona se cubrirá con producto refinado importado.
“Este es un modelo probado, que funciona, que se puso en práctica en 2010, cuando tras el terremoto y tsunami”, agregó la empresa en su Declaración. En ese año, el consumo de combustible del país se cubrió con la operación de Aconcagua e importación de combustible refinado, dado que Bío Bío se detuvo por los efectos de la catástrofe.