Las claves del IPoM que proyecta la mayor caída desde 1980

12 de Abril 2020 | Publicado por: Javier Ochoa
Fotografía: Diario Concepción

Como un verdadero laboratorio catalogó el académico Víctor Hernández, la coyuntura económica que está siendo enfrentada coordinando políticas fiscales y monetarias, para lograr así que los efectos de la pandemia sean transitorios.

Si bien era esperable que la pandemia de Covid-19 generaría estragos en nuestra economía, el Banco Central (BC) venía advirtiendo que vendría un periodo contractivo (ver gráficos).

Y el último Informe de Política Monetaria de marzo de 2020 dejó en evidencia que la economía chilena se contraerá entre un 1,5 % y un 2,5 % este año, a raíz de la crisis por la pandemia de Covid-19, es decir, por sus características inéditas, nos aproximamos a la mayor caída desde la crisis de los años 80.

Así las cosas, el Banco Central aseguró que “ha decidido implementar una política de comunicación más explícita sobre las posibles trayectorias futuras para la tasa de política monetaria TPM, bajo “el convencimiento que ello aportará a comunicar la racionalidad de las decisiones de política monetaria, potenciando su efectividad y rendición de cuentas al público”.

No obstante, todo indica que se presentarán diversas mociones para otorgar mayores facultades al instituto emisor y no se descarta evaluar incluso la posibilidad de que otorgue créditos directamente.

Pero el titular del BC, Mario Marcel no abordó esa posibilidad, pero sí proyectó con optimismo el tercer trimestre o fines de este año pandémico. Y comentó “si bien esta es una emergencia que nos pone frente a un complejo momento para muchas personas, si sabemos manejarla bien, con políticas acertadas y colaboración de todos los actores, el impacto será transitorio y, en la medida que la pandemia sea controlada, todos podremos retomar nuestras actividades cotidianas”.

¿Qué está en juego?

El economista de la Universidad de Concepción, Víctor Hernández, advirtió que comienzan a traspasarse los efectos sanitarios a la parte económica, poniendo en riesgo la cadena de producción y abastecimiento, porque muchas empresas han dejado de producir o disminuido el volumen debido a la pérdida de actividad económica.

“La otra cadena que está en riesgo es la de pago, comenzando a gestarse un problema que el Banco Central, lo está afrontando con una política monetaria expansiva, al igual como se está haciendo en gran parte del mundo”.

– ¿Qué otras cosas está haciendo el BC aparte de bajar la TPM?

– Primero hacer notar que, a mi juicio, debiera haber algún tipo de regulación que permita fiscalizar que la banca esté entregando mejores condiciones crediticias a partir de la baja de la TPM a 0,5%.

Hernández recordó que hoy eso está sujeto a discreción de cada entidad bancaria y se corre el riesgo de no lograr el efecto de inyectar un mayor ritmo a la economía vía promoción el consumo, lo cual puede ser peligroso, acotó.

Otros caminos que está manejando el BC es comprar bonos, que no es otra cosa que comprar deudas a las empresas.

– ¿Cuáles son las lecciones que se pueden sacar de este trance?

– Esto es un verdadero laboratorio para una facultad de Economía como la nuestra, porque permite conocer cómo se manejan con un criterio de racionalidad el uso de las políticas. Hoy vemos cómo se están coordinando las políticas fiscales con las monetarias, lo que es algo muy importante. Hay que entender que es la necesidad de controlar esta pandemia lo que le pone una enorme presión a la economía.