Los analistas están preocupados, ya que estos resultados corresponden a efectos post estallido social. Por ende, con la emergencia del Covid-19, podrían seguir empeorando.
Tras el estallido social, la incertidumbre invadió todos los sectores productivos. Los efectos en el desempleo comenzaron a notarse paulatinamente. Y ayer, el golpe al empleo fue innegable: el INE Bío Bío informó que la tasa desocupación del último trimestre diciembre- febrero anotó un 8,3%, subiendo un 2,2% respecto al periodo anterior.
La cifra, por cierto, es la más alta de los últimos años. La última vez que la zona alcanzó un número similar fue en 2017, en los trimestres mayo-julio (8,3%) y junio-agosto (8,3).
Y eso no es todo. El actual 8,3% de este 2020 supera, incluso, el promedio nacional detallado ayer por el INE, el cual fue de 7,8%.
En la Seremi de Economía, ayer analizaron párrafo a párrafo los lamentables datos duros.
“Lo digo con mucha tristeza: este aumento del desempleo es producto de un daño autoinfligido que nos hicimos nosotros como sociedad”, lamentó el seremi Mauricio Gutiérrez.
Para la autoridad regional una cosa son las demandas legítimas que buscan mejoras sustanciales en la sociedad, pero otra distinta “la violencia” que, a su juicio, terminó por afectar directamente las fuentes laborales tras los ataques a segmentos claves, como el comercio.
El académico de la Ucsc, Iván Valenzuela, indicó que, efectivamente, “más de 5 mil personas se trasladaron del sector comercio a otros como el transporte (Uber, por ejemplo), buscando una oportunidad”.
Añadió también que variables mundiales también pasaron la cuenta. “Los vaivenes de la economía internacional afectaron a la demanda en las exportaciones, lo que tiene efectos en el empleo”.
Valenzuela aclaró que en estricto rigor lo que está ocurriendo es que “hay más gente buscando trabajo para cubrir las necesidades básicas y la Región, lamentablemente, no está creando cupos”.
El economista de Corbiobío y de la UBB, Ariel Yévenes, indicó que la incertidumbre cumple un rol importante en momentos de crisis, especialmente en meses donde los indicadores laborales por estacionalidad eran mejores, lo que en esta ocasión no se dio.
“La veníamos arrastrando bastante fuerte desde octubre por la crisis social, pero se agregaron ciertos elementos internacionales y todo eso tiene una marcada repercusión más sobre los niveles de inversión que sobre el consumo interno. Si nosotros hubiéramos tenido un impacto más fuerte en los niveles de consumo, esta caída del empleo, se habría sentido, incluso, un mes antes. Hoy lo evidenciamos por el impacto fuerte en la inversión que se estanca”, precisó el analista.
Para el director del Centro de Estudios de la Realidad Regional, Renato Segura, el actual escenario “ es fruto de la baja actividad económica que originó el conflicto social en Chile. Con este ritmo y los daños que está causando las medidas sanitarias para enfrentar la pandemia, las cifras de desempleo pueden llegar a los dos dígitos.
A juicio de Ariel Yévenes, los anuncios del gobierno ante el Covid-19 son bastante robustos, pero no se debe bajar la guardia en las estrategias de mitigación. Renato Segura, en tanto, pide al gobierno que se ponga atención en los días posteriores de la pandemia. “Todos los instrumentos que dispone el Gobierno Regional a nivel local, deben ser utilizados para recuperar el empleo y la actividad económica”.
El seremi de Economía, Mauricio Gutiérrez, puntualizó que el gobierno está consciente de la complejidad tanto del presente como del futuro. “ De ahí que sea relevante que se apruebe y se aplique lo más prontamente posible la Ley de Protección al Empleo”, pidió a los parlamentarios.
