Automatización: el gran reto para mejorar la productividad empresarial

27 de Febrero 2020 | Publicado por: Javier Ochoa
Fotografía: Archivo

Destaca como un buen ejemplo local la empresa penquista Xiriox, que trabaja en robótica y soluciones tecnológicas creando sus propios prototipos y herramientas.

Este no es un cambio que viene, ya llegó, coinciden expertos al hablar de automatización: la llamada nueva era de la industrialización.

El economista y MBA Pablo Bello, quien fuera subsecretario de Telecomunicaciones durante el primer gobierno de Michelle Bachelet, constató que la digitalización hoy es sinónimo de productividad.

Pero ¿qué es la productividad? El ingeniero Civil Industrial y magíster en Finanzas, y académico de Ingeniería Comercial de la USS, Gonzalo Chávez, explicó que la productividad de un país mide cuánto se produce en promedio por unidad de insumo, el cual puede ser capital humano o capital físico.

“En general, se mide por producción por hora trabajada. Si consideramos que la creciente automatización de ciertas labores llevará a una mayor producción por hora (y esa es la idea), entonces, claramente, la productividad debiera aumentar. La automatización de ciertas labores lleva a una mayor productividad, la cual implica un mayor crecimiento. Por lo tanto, sin duda, es importante”, apuntó.

Sobre los problemas que aparecen al alero de esta temática, Chávez puntualizó que estos son de carácter social. Si bien no se puede automatizar todas las labores de un día para otro, tampoco se puede adaptar las competencias de la fuerza laboral para que sean considerados en este nuevo paradigma. Sin duda, se perderán ciertos trabajos que pasen a ser automatizados, pero esto no es algo negativo si los empleados pueden encontrar otro trabajo, planteó.

Desafíos

El informe de la Ocde indica que 41,7% de los trabajadores chilenos no tienen competencias básicas que sean de interés en un mercado de economía digital, lo que es una gran debilidad ante una transición hacia la automatización.

Para Chávez, esto, sin duda, es grave, considerando la vulnerabilidad de estos trabajadores a caer en la destrucción de sus puestos de trabajo. “El desafío es encontrar la forma de unir fuerzas entre el mundo privado y el público para que estos trabajadores puedan ser reubicados de la forma que menos le cueste a nuestra sociedad”.

Ejemplo regional

Xiriox es el nombre de la empresa penquista que nace en 2012 para entregar soluciones integrales a la industria. Su fortaleza: fabrican ellos mismos, adaptando su oferta a requerimientos puntuales de sus clientes. Es decir, ellos están dando valor agregado a la industria, creando sus propias soluciones industriales a problemas y realidades locales.

Una solución fue la solicitada por Sernapesca, que al alero de la nueva Ley de Certificación, exige a partir de este 1° de enero, la utilización de cámaras a bordo de la flota pesquera industrial, de manera de poder regular el descarte de pesca, apoyando la sustentabilidad del recurso marino. Xiriox se adjudicó parte de la implementación, creando sus propios prototipos y software.

El gerente general de Xiriox, Rolando Labrín, es quien está detrás de esta empresa que se crea en 2012. “La empresa se compone de tres áreas de negocio: diseño y automatización de sistemas; también, electrónica y diseño/desarrollo de software; y tecnología ambiental”.

Lo primero que crearon en Xiriox fue un sistema de control propulsor para grandes embarcaciones. “Estos sistemas no se hacen Chile y, normalmente, se exportan desde Holanda y Noruega, pero nosotros los hacemos acá”, destacó Labrín, quien adelantó que ahora están avanzando en un prototipo para medir olores, ante la próxima y primera norma de olores que se implementará en Chile.