Superficie frutícola crece 46% en los últimos tres años en el Bío Bío

25 de Febrero 2020 | Publicado por: Javier Ochoa
Fotografía: Archivo | Copesa

El cambio climático y la sequía han transformado los campos y cultivos de Chile. Mientras se revela que la cereza gana fuerza frente a los tradicionales campos cosechados con uva de mesa, la ubicación de estos predios cobra vital importancia a la hora de invertir en ellos.

El cambio climático, que por una parte ha provocado estrechez hídrica en la zona central, sumado a nuevas condiciones meteorológicas en la zona sur, ha provocado que la superficie destinada a la actividad frutícola haya aumentado en un 46% en los últimos tres años, según los últimos catastros que ha realizado el Centro de Información de Recursos Naturales (Ciren).

De esta forma, en la actualidad, en la Región del Bío Bío la superficie con frutales es de 5.842 hectáreas distribuidas entre 226 huertos, de las cuales, el 99% son regadas.

“La tasa de variación entre los dos últimos catastros frutícolas realizados por Ciren, en los años 2016 y 2019, es de un 46%, lo que muestra la importancia que ha adquirido la producción frutícola en la Región en los últimos años”, destacó el seremi de Agricultura, Francisco Lagos.

Cabe destacar que lideran los arándanos en producción frutícola, con una superficie de 1.941 hectáreas, la que ha crecido en un 11% en comparación al 2016. Además, es importante porque lidera las exportaciones agrícolas regionales, con ventas por casi US$ 82 millones anuales, las que han ido en aumento año a año.

Luego, en segundo lugar en importancia está el nogal, con exportaciones por casi 30 millones de dólares anuales y una superficie en franca expansión, ya que entre los años 2016 y 2019 ha crecido en un 134%. Actualmente, la superficie de nogal en la Región es de 1.426 hectáreas.

Cerrando el podio de superficie está el avellano europeo, con 1.031 hectáreas, con 124% de aumento de superficie y una exportación de 63,6 millones de dólares anuales.

El seremi de Agricultura informó que otras especies de importancia son el manzano rojo, con 575 ha, y los cerezos, con 538 ha. Todas estas especies en estos últimos años, a excepción del arándano, han duplicado la superficie que tenían en el 2016.

“Especial mención merece el cerezo, ya que, a pesar de que su superficie, no es de las mayores de la Región, tiene la particularidad de ser casi el único frutal mayor que es cultivado también por pequeños agricultores y por tener una gran proyección en el mercado externo, como sucedió esta temporada, donde los volúmenes de cerezas exportadas por Chile superaron, por primera vez, las exportaciones de uva de mesa. Además, tiene la particularidad de poseer una gran gama de variedades que tienen capacidad de adaptación a diferentes condiciones climáticas, lo que es muy importante en los escenarios de cambio climático que enfrentamos”, planteó Lagos.

El destino de la producción de estas especies frutales son principalmente los mercados externos. Hay que destacar que, mientras las exportaciones de la Región en diciembre de 2019 bajaron 14,1% en relación a diciembre del 2018, las exportaciones frutícolas, en cambio, aumentaron en un 88% en relación al año anterior, con valores que alcanzaron los 17,1 millones de dólares anuales, lo que representa el 4,3% del total del monto de las exportaciones regionales.

Sobre los desafíos, la autoridad dijo que la expansión de la superficie frutal en la Región es un desafío y una gran oportunidad, sin embargo, debe ser hecha con prácticas agronómicas y tecnología adecuada, especialmente adaptada a las nuevas condiciones de cambio climático, para así enfrentar realidades como las lluvias tardías y las altas temperaturas.

Ilustración: Andrés Oreña P.